El mensaje que todos esperamos

El camino de la convergencia está por construirse

Desde el punto de vista de este portal, no hay dudas de que Pedro Pablo Kuczynski y el Gabinete que preside Fernando Zavala tienen las cosas absolutamente claras sobre qué hacer con la economía. Finalmente, el nuevo jefe de Estado es uno de los patriarcas de la tecnocracia económica que ha conducido al Ministerio de Economía y Finanzas y a los sectores vinculados a la economía. Una tecnocracia que, al margen de las críticas, tiene mucho que ver con el crecimiento de las últimas décadas y la reducción de la pobreza a solo un quinto de la población.

En ese sentido, creemos que las expectativas económicas que se generan con el mensaje presidencial de Fiestas Patrias, sobre todo con un presidente que asume funciones, serán atendidas. El paquete tributario de diez medidas a presentarse al Legislativo, los anuncios de que Anglo American observa con buenos ojos la posibilidad de relanzar los proyectos mineros La Granja y Quellaveco, el pronunciamiento del jefe de Estado acerca de que el Perú debería tener los mismos estándares ambientales de Canadá (cancelando los absurdos criterios del ecologismo radical) y la invitación oficial del gobierno chino para que PPK visite el gigante asiático en septiembre nos indican que soplarán buenos tiempos para la economía. El empresariado recuperará el optimismo, y antes del mensaje de hoy todos sabemos que las cosas van muy bien en esta área.

Sin embargo es en el aspecto político en el que algunos se formulan interrogantes con respecto al mensaje. Luego del discurso conciliador de Luz Salgado, nueva presidenta del Legislativo y representante de la mayoría legislativa, ¿el nuevo jefe de Estado será capaz de dar un paso más hacia esta especie de voluntad de convergencia nacional que comienza a surgir? Ojalá. Semejante voluntad es el único camino que permitirá que las buenas cosas en la economía se concreten y se consoliden.

Uno de los aspectos en los que la nueva administración tendrá su prueba de fuego está vinculado a la crisis de seguridad ciudadana. El desborde de la criminalidad, según el Barómetro de las Américas, ha afectado a alrededor de diez millones de peruanos; es decir, a un tercio de la población nacional. Si en su primer mensaje de Fiestas Patrias el jefe de Estado no expresa una clara decisión de enfrentar la ola criminal y de convocar a una amplia convergencia nacional, del Ejecutivo y del Congreso, para combatir este flagelo social, la nueva administración estará muy pronto en aprietos.

No queremos abundar en detalles del posible mensaje. Lo que nos interesa es la visión general. Y todos nos indica que a la nueva administración le sobra economía y le falta política. Desde el saque, PPK ya tiene una gran ventaja sobre la administración nacionalista que convirtió a la polarización y a la judicialización del rival en pautas de conducta permanente. Nadie imagina un PPK armando guerras inútiles. Sin embargo, nos gustaría contemplar al primer jefe de Estado de la democracia post-Fujimorato que logre empinarse sobre la polarización fujimorismo versus antifujimorismo, que ha envilecido la política y ha debilitado a la democracia. Si el presidente toma esa ruta los caminos de la convergencia, los acuerdos y los encuentros, se abrirán de manera inimaginable. Y de esa manera se garantizará el éxito del cuarto gobierno constitucional ininterrumpido.