El clúster minero del sur

Arequipa es el lugar de gran proyecto

La contribución económica y social de la minería es innegable: representa el 50% de las divisas, el 20% de la recaudación fiscal y el 14% del Producto Bruto Interno (PBI). En este contexto, hay propuestas para que surja el primer cluster minero en Arequipa. Es decir, una aglomeración de empresas que presten servicios a la actividad minera, generando empleo y reducción de costos (competitividad)

La iniciativa está impulsada desde el estado por Yamila Osorio, gobernadora regional de Arequipa, quien ha adelantado que al término de su gestión el clúster minero será una realidad con aporte privado. No obstante las buenas intenciones de la gobernadora, todavía no se ha publicado estudios de prefactibilidad sobre el pretendido proyecto. Solo se conoce que la ubicación estaría en la provincia de Islay y el terreno sería entregado por el Centro de Exportación, Transformación e Industria  (Ceticos) de Matari.

Según un informe presentado en la Convención Minera 2015, la cartera total de  proyectos mineros suma US$ 63,000 millones y el 60% de ésta se concentra en el sur del Perú. Arequipa, Tacna, Moquegua y Cusco tienen reservas probadas de cobre por 55, 922,899 toneladas métricas finas (TMF) y tres regiones  (Arequipa, Apurímac y Cusco) poseen reservas de oro por  233,125,998 TMF. En Apurímac se ubica el 30% de proyectos del país en tanto que en Arequipa el 15%.

Sin embargo la región de Arequipa tiene ventajas fundamentales: es el centro de los proyectos mineros del sur y alberga al puerto de Matarani, el segundo del país, cuya ampliación (US$ 300 millones de inversión)  recibirá la carga de los proyectos Las Bambas, Cerro Verde y Antapaccay.

Cabe precisar que Arequipa suma proyectos por más de US$ 9,500 millones entre los que se encuentran Tía María (US$ 1,400 millones) -paralizado por conflictos  sociales-  Pampa del Pongo (US$ 3,000 millones), Zafranal (US$ 1,500 millones) y la ampliación de Cerro Verde (US$ 4,600 millones). Se deben adicionar también los proyectos cupríferos que aún no han determinado sus costos de inversión como son Belén, San Cristobal, Nancy, La Quebradita y Esperanza de Caravelí.

Según el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) en la región arequipeña existen alrededor de 590 yacimientos y ocurrencias de minerales metálicos y los avances de la Zonificación Ecológica Económica (ZEE), documento elaborado por la Autoridad Regional del Medio Ambiente, determinan que casi el 50% de la geografía regional se puede utilizar para la minera, el 25% es de uso agrícola y el otro 25% corresponde a terrenos eriazos.       

Arequipa puede crear un clúster minero semejante a la experiencia de Antofagasta en Chile, donde el estado (Gobierno Regional de Antofagasta) y el sector privado –Asociación  de Industriales de Antofagasta (AIA)- confluyeron e  impulsaron a inicios de los 90 un clúster en torno a los proyecto mineros de Chuquicamata, Radomiro Tomic, La Exótica y La Escondida. Hoy, existen más de 25,000 empresas articuladas  de forma directa  o indirecta y además la región chilena tiene hoy un PBI per cápita de US$ 37.205, el más alto del país del sur, cuyo PBI per cápita nacional es US$24,170 (Paridad de Poder Adquisitivo, según el FMI). Algo muy importante: Antofagasta tiene el menor índice de pobreza de ese país: un 3,2%, mientras que a nivel nacional es 7,8%.

La alianza entre el estado y el sector privado puede entonces convertir a la minería peruana en una enorme fuerza de desarrollo, prosperidad y reducción de pobreza.