Descoordinaciones entre Ejecutivo y gobiernos subnacionales

La crisis desatada por el Covid-19 ha desnudado los problemas de la descentralización y las terribles deficiencias de coordinación del Ejecutivo con los gobiernos locales y regionales. De alguna manera, podemos decir que el todo el Estado está quebrado y sin liderazgo centralizado para actuar contra la pandemia. Asimismo, estas deficiencias en las coordinaciones se vuelven más visibles por la estrategia del Ejecutivo, en la que prima un enfoque hospitalario que pretende resolver el avance del virus en los hospitales y emergencias, en vez de aislar el Covid-19 en las comunidades (es decir, la estrategia comunitaria).

En marzo pasado el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), ordenó el cierre de todos los programas sociales, incluido el denominado “Vaso de leche”, administrados por los gobiernos locales. El objetivo era prevenir los contagios del Covid-19 entre los beneficiarios de los programas. Hasta allí la medida era comprensible, no obstante que estaban dejando a los más humildes en el desamparo total.
Luego el Ejecutivo ordenó la entrega de canastas a las familias vulnerables, a través de los municipios distritales y provinciales. Antes de esta nueva decisión del Ejecutivo, los gobiernos locales pidieron al Midis que reabra algunos programas sociales, entre ellos el “Vaso de leche”, para que a través de estos pudiesen hacer entregas más efectivas. Sin embargo, el Midis se opuso; pero luego, ante el pedido en bloque de varios gobiernos locales, retrocedió.

En otro momento, el Midis se opuso a entregar los nombres de los beneficiarios del bono de S/ 380 con el argumento de que era información confidencial. Desde los gobiernos locales llamaron la atención porque el listado del Midis podía servir para hacer una entrega más efectiva a las familias ya localizadas. El Midis se opuso hasta el final y los alcaldes tuvieron que echar mano a su sistema local de focalización de hogares que, dicho sea de paso, no está actualizado.

Estos son algunos de los ejemplos de descoordinación total entre los diferentes niveles de gobierno que, ante una situación crítica, deberían funcionar como un bloque. Pero hay más problemas. Otro ejemplo tiene que ver con las propuestas del presidente Vizcarra a los alcaldes para evitar las aglomeraciones en distritos o provincias. Ante ello, los alcaldes han propuesto la conformación de mercados por cuadrantes. Sin embargo, el Ejecutivo no ha dado los lineamientos que permitirían acoger esas propuestas.

Igualmente, hay mucha descoordinación con los gobiernos regionales. Vale recordar que días atrás el Ejecutivo excluyó a los gobernadores de Loreto, Arequipa y Lambayeque en la dirección de los comandos especiales Covid-19 para enfrentar la amenaza del virus. No solo el Ejecutivo les ha quitado funciones a los gobernadores con la creación de estos comandos, también los ha responsabilizado del regreso de centenas de ciudadanos a sus provincias por haber perdido sus empleos. Hoy no se sabe de quién es la responsabilidad del traslado de los ciudadanos. 

Los gobiernos regionales reclaman responsabilidades claras, mecanismos viables y sobre todo recursos. Al respecto, el presidente Vizcarra ya firmó un decreto que transfiere recursos a los gobiernos regionales para que se encarguen del traslado.

A todo lo anterior podemos agregar que desde el Ejecutivo se ha dicho que falta mayor rapidez en el gasto de las regiones. Es cierto.  Días atrás, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) transfirió más de S/ 158 millones para implementar hospitales, compra de equipos de bioseguridad y contratación de personal de salud. Pero, ¿qué equipos o materiales se pueden comprar si los países se arranchan los equipos? 

En cualquier caso, se trata de muestras de la deficiente coordinación entre el Ejecutivo y los diversos niveles de gobierno. Una situación que no debe continuar si pretendemos contener la pandemia.