¡Cruzada humanitaria por Loreto!

La crisis del Covid-19 ha revelado las enormes grietas del sistema de salud peruano en todos los niveles y espacios de gobierno. De allí que preocupe en extremo que, luego de Lima, Loreto sea la región donde el virus se expande más. En ese sentido, el reciente fallecimiento de las primeras dos víctimas por coronavirus en esa región podría ser el preludio de una catástrofe sanitaria como jamás en su historia. ¿A qué nos referimos?

Primero debemos indicar que en Loreto el virus ha avanzado rápidamente. El 17 de marzo pasado las autoridades regionales informaron del primer contagiado. Y al día de hoy, exactamente 14 días después, se han reportado 54 pacientes. Es decir, el virus creció a un ritmo diario de casi 4 personas. Sin duda, tremenda cifra en relación con la población y una región con mínima infraestructura en salud. Ahora, vale recordar que antes de la llegada del Covid-19 ya la región atravesaba otra epidemia –el dengue– que había causado la muerte de 12 personas, (incluidos niños) y el número de infectados llegaba hasta casi los 6,000.

Así, el dengue había revelado la crisis del sistema de salud en toda la región amazónica. Además de los rápidos contagios de Codiv-19, vale recalcar que hoy solo existen cuatro respiradores artificiales en el Hospital Regional, el más grande y equipado. Es más, tan crítico es el sistema de salud regional que no existen bolsas de bioseguridad para cremar a los cuerpos de las dos víctimas. Incluso el gobernador regional, Elisbán Ochoa, reveló que aunque las habían pedido “no nos ha llegado aún”. No solo eso, el Ministerio de Salud solo entregó ¡280 kits! para la detección del virus, que ya se acaban y son totalmente insuficientes para desarrollar una estrategia de contención del Covid-19.

Ahora, ¿por qué es tan crítica la situación sanitaria en la región de Loreto? Veamos. Tanto el dengue como el coronavirus se desarrollan en una de las regiones con mayor pobreza. Según cálculos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2018 la pobreza alcanzaba hasta el 36% de la población. A ello debemos agregar que hoy la región vive una recesión económica en la que los principales sectores económicos –como los hidrocarburos, la agricultura y el comercio– han tenido un año anterior realmente aciago. De hecho, según un informe del Banco Central de Reserva, en el periodo enero-diciembre del 2019 el empleo en la región, en empresas privadas formales, registró una caída de -2,8% con respecto al 2018; y la inversión pública se contrajo en 14% con respecto al año anterior. Otro hecho extremadamente grave: el 55% de la población no tiene acceso al agua potable, vital para la estrategia de prevención del Covid-19.

Según la Dirección Regional de Salud, han solicitado al Ministerio de Salud aprobar una inversión que supera los S/ 11 millones, de los cuales S/ 3 millones serán para la compra de equipos. Sin duda, un poco tarde. Además, se conoce que ya se acabaron los reactivos para las pruebas del virus. De hecho, desde el Instituto Nacional de Salud (INS), institución que provee estos recursos a nivel nacional, ya se dijo que estos reactivos se han agotado.

Todo indica que de no atenderse de manera inmediata, la epidemia puede causar estragos inimaginables en una región con grandes bolsones de pobreza y una ausencia lamentable del Estado. El sistema de salud es casi inexistente. Desde el Estado central y del sector privado se debe desarrollar una cruzada para evitar que la pandemia golpee a Loreto. Una idea interesante es que el sector privado lidere una cruzada para conseguir los recursos, comprar equipos (sobre todo respiradores) y exámenes para detectar el Covid-19. De lo contrario, en Loreto se puede desatar una tragedia parecida a la de Italia.