¡Constancia sí va!

Empresa, comunidades y estado impulsan proyecto minero.

En Chumbivilcas, departamento del Cusco, el estado, las comunidades y la empresa minera han logrado sacar adelante el proyecto cuprífero Constancia, cuya inversión supera los US$1,800 millones. Su entrada en operación ha sido una buena noticia para el país porque el costo de los proyectos mineros paralizados, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), supera los US$21,000 millones. El proyecto Constancia es el resultado de una buena estrategia de la compañía minera. En ese sentido es bueno revisar los factores que hicieron viable el tercer proyecto minero más grande del país.

Constancia está en manos de la compañía canadiense Hudbay. Se emplaza entre los distritos de Chamaca, Velille y Livitaca. El emprendimiento empezó a operar a principios del 2015 y, en el primer trimestre de este año, ha producido el 6% de la producción nacional neta de cobre. A pesar de los incidentes presentados en la fase de exploración y construcción, la compañía ha desarrollado una estrategia adecuada de relaciones con las comunidades y con las autoridades locales, para que el proyecto salga adelante.

Así, la compañía ha firmado sendos convenios con las comunidades campesinas  de Chilloroya y Uchuccarcco, señaladas como área de influencia directa (AID), y con los distritos involucrados en la mina. En la comunidad de Chilloroya, Hudbay ha suscrito un convenio para ejecutar proyectos de salud, educación y desarrollo productivo por un monto superior a S/. 53 millones, ha creado más de 500 puestos de trabajo durante la etapa de construcción, y ha donado a la comunidad maquinarias por un valor de S/. 7 millones.

En la comunidad de Uchucarcco, la compañía también ha firmado un convenio  comprometiéndose a ejecutar proyectos sociales por S/. 30 millones, y ha destinado más de S/. 10 millones para la compra de maquinarias. Asimismo, la minera ha ayudado a la comunidad a crear una empresa de servicios que proveerá transporte a los empleados durante la fase de operaciones. Además, actualmente hay más 300 comuneros empleados en el proyecto.

La relación con las autoridades locales también es positiva. Hudbay ha firmado un acuerdo con la municipalidad del distrito de Chamaca para la ejecución de obras por un valor inicial de S/. 3,5 millones. La empresa también ha incluido a la municipalidad del distrito de Livitaca, donde se ubica la comunidad campesina de Quehuincha, que se beneficiará con un proyecto de mejoramiento y ampliación de sistemas de riego tecnificado para esa comunidad. Esta inversión representa más de S/. 1 millón y se ejecutará bajo el sistema de obras por impuestos.

También hay una estrategia para superar los conflictos. Por ejemplo, los dirigentes del denominado Frente de Defensa de los Intereses de Chamaca se mostraron en desacuerdo con el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), sin embargo se limaron las asperezas mediante un convenio para que los dirigentes puedan participar, vigilar y monitorear el EIA.

La estrategia ejecutada por la compañía para estrechar relaciones con las comunidades y autoridades ha sido positiva hasta ahora. Esta experiencia debería servir como modelo para futuros proyectos. El Perú es un país minero aunque la lógica de la izquierda radical diga lo contrario.