¿Chantaje a Lima?

Animadversión política del MEF contra la comuna limeña

En el preciso momento en que el Banco Mundial presentaba el ranking Doing Business, en el que el Perú ha descendido cinco puntos, del puesto 45 al 50, en cuanto a clima de negocios, facilidad para constituir una empresa, permisos de construcción y agilidad en obtener electricidad, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se erigía en el campeón de las sobrerregulaciones y la tramitología.

Sucede que, en enero del 2014, la Municipalidad de Lima otorgó la buena pro de la licitación pública para 38 de 49 paquetes de obras en los corredores viales. El concurso público se hizo bajo el amparo del decreto legislativo 1012. Sin embargo, semanas después se modificó esta norma, estableciéndose que todas las concesiones debían ser previamente revisadas por el MEF. En la medida que los contratos se firmaron entre julio y diciembre del mencionado año, el Ministerio de Economía ha establecido la nulidad de cuatro de los siete contratos suscritos entre ProTransporte y diversos consorcios privados para implementar la reforma de transporte.

El alcalde de Lima, Luis Castañeda, reaccionó, como se dice, con la pierna en alto, señalando que acudirá al Tribunal Constitucional y anunciando que la reforma del transporte en base a los corredores viales continuará contra viento y marea. Si bien el titular de Economía, Alonso Segura, ha señalado que no le tomará más de 15 días revisar los contratos, si se observa con cierta distancia los hechos es evidente que el MEF está forzando las cosas porque los contratos se originan en una licitación pública que, según la norma vigente, no exigía el visado del MEF.

Y las cosas se fuerzan cuando no hay buena voluntad. Y algo de ese parece haber en la gestión del actual Ministro de Economía en contra de la administración Castañeda. Hasta hoy el MEF no ha aprobado una sola iniciativa privada a favor de Lima (como los semáforos inteligentes, por ejemplo), se intentó bloquear el by pass de 28 de julio y la construcción del Puente Bella Unión, también se niega la autorización de recursos para ampliar el Metropolitano. En síntesis, trabas y más trabas de la burocracia del MEF. ¿Cómo entender la posición de Economía?

No vamos a decir que al ministro Segura no le interesa el problema de millones de pasajeros que se trepan y arriesgan la vida en combis y custers que embuten las principales avenidas y calles de la ciudad. A lo mejor ni siquiera tiene una idea de la magnitud del problema y de la urgencia de una reforma de transporte en Lima.

Pero es evidente que la animadversión de Segura no es una tirria personal sino que responde a la estrategia del oficialismo de acosar a la administración Castañeda para forzar alianzas con Solidaridad Nacional en el Congreso. Como se sabe, luego de la elección de la actual Mesa Directiva del Legislativo se percibe un distanciamiento claro entre la bancada castañedista y los restos del nacionalismo.

Desde un principio el nombramiento de Segura solo se explicaba por la cercanía que mantiene con la primera dama, Nadine Heredia, y al parecer el titular del MEF sigue a pie juntillas el libreto redactado por la cúpula palaciega sin importar el calvario de los limeños para movilizarse y sin importar tampoco los muertos y heridos que dejan la falta de reforma del transporte en la capital.