Candidatos antisistema deben deslindar con la violencia

Los candidatos antisistema como Yonhy Lescano y Verónika Mendoza suelen enfilar contra la minería moderna, asumiendo todos los relatos que redactan las oenegés del ambientalismo radical. En realidad, estos relatos son una suma de mentiras y leyendas que solo se han legitimado en base a estrategias de propaganda y anti propaganda. Sin embargo, en base a estas leyendas, se ha detenido el capitalismo peruano, se han bloqueado inversiones y se ha condenado a millones de peruanos a la pobreza.

Bastaría analizar cualquier relato antiminero –ya sea los vinculados a Conga, Tía María o al Corredor Vial del Sur– para entender que no existe ninguna razón válida. La minería moderna, que podría permitirnos crecer por encima del 5% del PBI –pese a la actual recesión mundial– y avanzar en la reducción de la pobreza por debajo del 10% de la población, ha sido detenida en base a mentiras. Pero no solo de mentiras, sino también mediante el ejercicio de la violencia de parte de minorías radicalizadas.

Por ejemplo, los proyectos de Conga y Tía María no habrían sido bloqueados sin la violencia que se expresó en tomas de carreteras, bloqueos de puentes y plazas públicas. A través de esta violencia los grupos extremistas siempre buscan muertos y heridos, provocando y llevando al límite a la Policía Nacional del Perú (PNP). Pero, ¿por qué los policías se quedan solos frente a la turba sin respaldo de la ley? Por la sencilla razón de que las campañas de las oenegés de izquierda, con el conocido estribillo de “criminalización de la protesta”, buscan neutralizar la acción del Ministerio Público, del Poder Judicial y de la propia PNP en la defensa de la Constitución, la ley y el orden.

Ahora que Lescano y Mendoza se han constituido en los candidatos antisistema, que proponen una nueva constituyente, el regreso del estado empresario y, sobre todo, se han lanzado contra la minería moderna, están más que obligados a deslindar con la violencia que ejercen las minorías radicalizadas en las zonas mineras, en las áreas agroexportadoras y las demás zonas con alta inversión de capital. Aclarar la posición en este tema es fundamental para los electores.

En el caso del congresista Lescano, el deslinde se vuelve más que urgente. ¿Por qué? En el libro de Puño y letra, escrito por Abimael Guzmán Reinoso –presidente Gonzalo, según la terminología senderista– en donde se narra la historia de la acción terrorista de Sendero Luminoso, existe una referencia que sorprende. En los anexos del texto existe un agradecimiento personal al entonces congresista Yonhy Lescano. En el texto se reconoce “los dignos oficios del congresista” y está firmado por Abimal Guzmán y Elena Iparraguirre el 15 de marzo del 2002.

La violencia que las minorías radicalizadas ejercen contraviniendo la Constitución y la ley, en ocasiones con apoyo abierto de las bancadas del Congreso, entonces, debe formar parte del debate de la campaña electoral. Si los candidatos antisistema no pretenden poner el asunto en debate, los candidatos que defienden el sistema republicano y la economía de mercado, pues, deberían ser los encargados de plantear el tema y exigir definiciones.

Un sistema republicano de ninguna manera debe permitir que el lenguaje de la calle, de las minorías radicalizadas, pase a formar parte de nuestras prácticas políticas cotidianas. Si eso sucede hoy en el Perú es porque la desinstitucionalización y la crisis política han creado la más grave crisis de las últimas dos décadas de nuestra actual experiencia republicana.

En cualquier caso, Lescano y Mendoza, como dos candidatos antisistema, están obligados con urgencia al deslinde por su posición expectante en las encuestas.