Cajamarca: fracaso antiminero

Paro indefinido organizado por Frente de Defensa termina sin apoyo

Una verdad incuestionable es que un sector minoritario de peruanos, organizados en el movimiento antiminero de viejo cuño izquierdista, pretende liquidar la minería moderna en el país y conducirnos hacia el abismo chavista. Desde este portal advertimos las iniciativas de estos grupos en diversas regiones del Perú, sobre todo en Cajamarca y en el sur andino (Arequipa, Apurímac, Cusco). De allí que estemos atentos al estrepitoso fracaso de un nuevo paro regional que el movimiento antiminero organizó para la última semana del mes de mayo. ¿Cuál es la historia?

A fines del pasado mes de abril, el movimiento antiminero en la provincia de Hualgayoc - Bambamarca —liderado por Edy Benavides, burgomaestre de esta provincia, y el presidente del Frente de Defensa de Bambamarca, Ismael Julión—  advirtió del inicio de un paro indefinido en toda la provincia a partir del día 26 de mayo. ¿El motivo? Benavides y los líderes antimineros exigían la salida inmediata de todas las empresas mineras que existen en la provincia y la prohibición de otros proyectos mineros futuros, incluyendo a Conga. El radicalismo antiminero se preparaba con anticipación para hacerle frente a lo que ellos llama “expansión de la minería en Bambamarca”. Debemos agregar que Edy Benavides y los líderes antimineros le dieron un ultimátum a la Compañía Minera Coimolache-Tantahuatay (cuya ampliación se hizo en el 2012, con una inversión de más de US$ 300 millones) para que se retire. Sin ningún sustento técnico, Benavides exigió que la empresa minera cese sus actividades ya que, según la autoridad provincial, el proyecto estaría “destruyendo las lagunas, ríos y bofedales en Hualgayoc”.   

No obstante, el paro indefinido que se pretendía masivo y contundente fue un absoluto fracaso. Solo había ocho personas, de las cientos que los líderes radicales prometieron ¿Por qué? Por varias razones. La primera es que existe una división interna en el Frente de Defensa de Bambamarca, la otrora organización poderosa que se opuso a la continuación del proyecto Conga. Los disidentes acusan a Edy Benavides y a Ismael Julión de querer aprovecharse de sus cargos. Además acusan al alcalde Benavides de una deplorable gestión como autoridad de Bambamarca. Es bueno observar que en el 2016, Hualgayoc - Bambamarca solo ejecutó alrededor del 74% de sus casi S/ 100 millones de presupuesto, mientras que los indicadores sociales son alarmantes (75% de la población sin alumbrado eléctrico y 45% sin agua potable). El otro motivo, y acaso el más importante, es que hoy Cajamarca y todas sus provincias pasan por una grave recesión económica que afecta la generación de trabajo y la reducción de pobreza. A ello habría que agregar que Cajamarca concentra a siete de los veinte distritos más pobres del Perú y está, según un último informe del Instituto Peruanos de Economía (IPE), en el último puesto de competitividad regional. En semejante escenario es imposible que las reacciones antimineras surjan efecto.

En Cajamarca la minería moderna fue la palanca para el desarrollo. Si analizamos el aporte (valor agregado bruto) de cada sector productivo en Cajamarca encontraremos que hoy la minería representa alrededor del 28%, en tanto que en 1985 era apenas el ¡2%! En otras palabras, en poco más de treinta años la minería ha pasado a aportar casi un tercio de la producción en la región cajamarquina. De allí que al paralizarse los proyectos mineros, el empleo baje y la pobreza suba. Agreguemos un dato más: en el 2005 el aporte (valor agregado bruto) de la minería era del ¡40%!, dos quintos de la producción total.

El movimiento antiminero ya tocó techo. Es hora de que reflexionen por bien de Cajamarca.