Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
El viernes pasado el primer ministro Guido Bellido viajó hacia el corredor vial del sur (también llamado Corredor Minero), exactamente a Chumbivilcas y Tambobamba, para “solucionar” el conflicto social promovido por algunos dirigentes y asesores de las comunidades contra las empresas mineras MMG y Hudbay. Estas comunidades mantienen bloqueada la carretera en diversos tramos, sobre todo en el sector de Huaylla Huaylla.
Lejos de solucionar el conflicto, Bellido fue a azuzar y levantar las trilladas propuestas del comunismo acerca de una nueva constitución, el llamado a una asamblea constituyente y la “inmediata” aplicación de nueva ley de la minería. Las reuniones en Chumbivilcas y Tambobamba fueron en realidad mítines ideológicos del Ejecutivo, en los que Bellido –con proclamas radicales– incendiaba la asamblea, mientras los dirigentes comunales y sus asesores aplaudían. Esta no fue una visita para gestionar el conflicto, sino para agudizarlo.
Si bien en la reunión con los dirigentes en Chumbivilcas, Bellido cuidó sus palabras y no repitió la promesa que hizo semanas atrás –cuando se comprometió a que desde el Ejecutivo se cambiaría la clasificación del Corredor Minero, de vía nacional a vía distrital–, los dirigentes sí se lo reclamaron. Vale recordar que a principios de agosto Bellido llegó a Chumbivilcas y, sin ningún sustento técnico y con el fin de desbloquear la carretera en el sector Huaylla Huayalla, hizo esa promesa, la de cambiar la clasificación de la vía. Si tal pronesa se cumple –es decir, si la clasificación del corredor vial es cambiada sin ningún sustento técnico, y pasa a manos de los gobiernos locales– se haría inviable el desarrollo de inversiones privadas en la minería moderna y, por tanto, en la práctica se liquidarían. Los municipios distritales y locales pedirían “derecho de pase”, y sus autoridades reclamarían ser insertadas dentro del área de influencia directa o indirecta.
Bellido ha dado pie a los dirigentes comunales en Chumbivilcas para que mantengan su posición radical y que afirmen que solo si el gobierno comunista ordena la clasificación de la vía se acabará el conflicto. ¿Por qué hizo semejante promesa? Porque simplemente no quiere acabar el conflicto.
En Tambobamba, Bellido, ante un auditorio con autoridades y dirigentes, sí se refirió al cambio de constitución, la asamblea y sobre todo a la nueva ley de minería. El premier comunista dijo exactamente que “el gobierno depende de ustedes para recabar las firmas del cambio de constitución” y añadió que “solo con una nueva constitución se creará una nueva ley de minería que los beneficie directamente”. Bellido soslaya que en Tambobamba se ubican la operación Las Bambas y otras inversiones mineras que han sido las causantes de la reducción de la pobreza como jamás en su historia, y que existen cientos de proveedores que pasaron de comuneros a exitosos empresarios, además de la generación de numerosos empleos directos e indirectos.
Con sus palabras, Bellido y todo el gobierno comunista le pone la puntería a la minería moderna y a la participación de las inversiones privadas, que ha hecho de este sector uno de los más competitivos y de clase mundial. Que no sorprenda, entonces, que en los próximos días Bellido visite otras zonas del Perú impulsando en las comunidades la nueva constitución.
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