Arequipa en su hora crítica

La reciente noticia de que tres personas que presentaban síntomas de la Covid-19 fallecieron en la entrada de emergencias del Hospital Regional Honorio Delgado de Arequipa –mientras esperaban recibir atención médica–, así como la información de que en los últimos días se han disparado los casos de contagio de esta mortal pandemia en dicha región son realmente preocupantes. Se espera, desde el Ejecutivo, una estrategia focalizada para enfrentar la pandemia en todo el sur peruano. Desde este portal hemos seguido con atención la evolución de la crisis sanitaria en el país, y podemos decir que en las últimas semanas se ha agravado en esa zona del Perú.

Según la Gerencia Regional de Salud del Gobierno Regional de Arequipa, hasta el día de ayer había más de 23,800 personas contagiadas, casi 600 muertos y una tasa de contagio de 9%, superior en tres veces al promedio peruano. En un solo día esta región reportó 54 fallecidos, siendo este un récord para todas las regiones. En ese sentido la tasa de positividad (que en los últimos días pasó de 400 contagiados diarios a 1,400) ha originado un colapso de los hospitales y clínicas, especialmente por la falta de oxígeno. En el Hospital Regional Honorio Delgado las 200 camas UCI están ocupadas. En este nosocomio se cuenta solamente con 19 ventiladores; y si bien desde el Ejecutivo se han enviado 24 de estas máquinas, el representante del cuerpo médico denunció que han llegado sin monitores. No solo eso, en este mismo hospital los médicos indicaron que tenían que que lavar y reusar sus trajes de protección contra el Covid-19.

A la falta de ventiladores, camas e implementos de seguridad se le suma otro gran problema: la poca efectividad y capacidad de gasto del Gobierno Regional de Arequipa, dirigido por Elmer Cáceres Llica. La región solo ha gastado un 40% del total de presupuesto que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le transfirió. Es decir, de los más de S/26 millones de que disponen las autoridades regionales solo han gastado unos S/ 9 millones. Sin duda, una tremenda irresponsabilidad.

No solo eso, otro gran problema es la falta de oxígeno. Hoy en la ciudad empieza a ser casi imposible la compra del oxígeno. Si bien la minera Cerro Verde implementará una planta de producción de oxígeno medicinal, la primera responsabilidad recae en los funcionarios regionales. No obstante, la ineficiencia es tal que se anuncia una compra ¡para el mes de agosto!

Quizás una de las razones del éxito que han tenido recientemente las regiones del norte en la contención de la pandemia en la disminución de los contagios y la atención temprana de la enfermedad, ha sido la implementación de la estrategia con “enfoque comunitario”. Parte de esa estrategia ha sido la entrega de ivermectina y azitromicina a las organizaciones populares. En ese sentido, en Arequipa ya se viene desarrollando, pero aún con lentitud, este enfoque comunitario. De acelerarse su aplicación, sería una eficaz estrategia para detener la ola de contagios. 

Todo indica que en Arequipa la situación se ha salido de control. Peor aún cuando se anuncia la apertura de los viajes interprovinciales, los que provocará una segunda ola de contagios, probablemente más fuerte, que podría generar una catástrofe sanitaria semejante a las de Iquitos o Piura en las primeras semanas de abril.