¿20 años para Reconstrucción con Cambios?

 

Después de casi dos años de las inundaciones ocurridas en diversas partes del país, como consecuencia del fenómeno climático de El Niño costero, las autoridades de la Reconstrucción con Cambios (RCC) recién anuncian el inicio de 42 proyectos en Ayacucho. Edgard Quispe, jefe de RCC, ha señalado que se han transferido S/ 58 millones para 82 intervenciones en la región, 15 en ejecución y otras 24 que ¡recién serán convocadas!

La autoridad también ha indicado que se transferirá a 52 municipalidades ayacuchanas —consideradas unidades ejecutoras de la Reconstrucción– S/ 36 millones para distintas intervenciones y obras. El sector educativo es el más perjudicado: la infraestructura del 70% de los 2,855 colegios estatales continúa en condiciones deplorables.

En distintas regiones del país la RCC está prácticamente abandonada. En Piura continúa la incertidumbre sobre la realización de determinadas obras relacionadas con los desastres provocados por El Niño costero del verano 2017. Los vecinos no saben hasta ahora qué canales de regadíos serán habilitados o en qué ríos continuarán los trabajos de descolmatación, o si quedarán como están.

Mientras en Lima, el jefe del Ejecutivo ha convertido el Palacio de Gobierno en el bastión de la izquierda oenegera —organizando estrategias en contra del opositor político—, las provincias ayacuchanas y piuranas siguen esperando las obras y las intervenciones de la RCC. Vizcarra, con el apoyo del premier César Villanueva, estarían más ocupados planeando su participación en las próximas elecciones presidenciales que en atender las exigencias de la población.

¿Alarmismo de El Montonoero.com? De ninguna manera. Por el retraso de las obras, el ex ministro de Agricultura (Minagri) José Hernández, en la misma línea del defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, ha señalado que la reconstrucción del norte demorará ¡20 años! Según el ex ministro, una cosa es viajar a las zonas afectadas por las inundaciones del verano 2017, haciendo ofrecimientos que no se van a cumplir, y otra cosa es “ajustar tuercas” a su aparato ejecutor.

Las obras no avanzan por la dispersión de las unidades ejecutoras y por el cambio de modelo de la reconstrucción para, supuestamente, ganar popularidad en las provincias afectadas por los desbordes. La autoridad de la RCC tenía a su cargo el 75% de las obras, pero con Vizcarra los gobiernos locales se hicieron responsables del 50% de las obras; sin capacidad de gestión, sin conocimientos técnicos y sin saber qué establece la legislación sobre las obras de esa naturaleza. Todo eso fue acompañado de las transferencias tardías de los presupuestos. Según el ex ministro Hernández, el Ejecutivo no da la talla en la reconstrucción. Ha señalado que, durante su gestión, 200 obras fueron identificadas y sustentadas en el Congreso de la República. Sin embargo, con el cambio de gobierno esos expedientes fueron abandonados.

La destructiva polarización, alentada por los titulares de ciertos medios de comunicación y por la izquierda marxista, detiene el avance del país. Piura, Ayacucho y otras regiones no pueden esperar 20 años para que sus colegios, postas médicas, canales de regadíos, carreteras y puentes sean recuperados por el Estado. Si la parsimonia del Estado continúa, que se recurra al sector privado, a los mecanismos de Obras por Impuestos (OxI) y Asociaciones Público Privadas (APP). La tarea principal es resolver los problemas de la población realizando obras.

El premier Villanueva ha reconocido que solo el 18% del total del presupuesto para las obras de la RCC (S/ 25,000 millones) se ha gastado hasta el momento. El exceso de normatividad, la “normal” lentitud e indiferencia de las autoridades locales y nacionales y el cálculo político son ingredientes suficientes para creer que, en efecto, la reconstrucción demorará 20 años, como sostienen el ex ministro Hernández y el defensor Gutiérrez. Además, un informe de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (EFEN) señala la posibilidad de 67% de ocurrencia de El Niño el próximo verano. ¿El Ejecutivo ya tiene planes para enfrentar los embates del fenómeno?