Editorial Economía

¿Por qué regresa el velasquismo “industrialista”?

Luego del golpe fallido de Castillo y la actual recesión económica

¿Por qué regresa el velasquismo “industrialista”?
  • 05 de noviembre del 2023


El proyecto de ley 2852 del congresista José Jerí, que propone que el Estado se convierta en “el director del proceso de industrialización”, en base a la elección de siete industrias, sorprende a propios y extraños, porque la intención de cambiar radicalmente el modelo económico de las últimas tres décadas no proviene de una bancada comunista.

Como hemos informado en este portal, el mencionado proyecto erige al Estado como el gran director de la industrialización con la elección de siete sectores industriales que gozarían de exoneraciones tributarias en renta, en IGV y en impuesto predial. Por otro lado, se crearía una banca de fomento nacional con la que el Estado se convertiría en el garante de los créditos otorgados por el sector privado a las empresas de los sectores elegidos. 

El proyecto del congresista Jerí, que cuenta con el respaldo de un sector del empresariado, apuntaría a crear industria y empleo con los recursos públicos y, de una u otra manera, se promovería la argentinización de la economía nacional. En medio de la recesión en desarrollo y los graves problemas que enfrentan las industrias la medida, por su contenido populista, puede ser atractiva para los sectores desesperados y los núcleos mercantilistas que siempre están buscando el respaldo del Estado para hacer empresa.

El proyecto de Jerí, pues, cambia radicalmente el modelo económico consagrado en la Constitución Política que, a pesar de los problemas de hoy, ha organizado el mayor proceso industrializador de nuestra historia republicana: la industria participa con el 16.5% en el PBI y no hay otro sector que lo supere. Decimos que cambia el modelo porque un Estado que dirige la industrialización ya no es el Estado que cumple un papel subsidiario frente al sector privado. Igualmente pasa con el concepto de la bancada de fomento, que vuela por los aires el Marco Macroeconómico Multianual que recomienda eliminar las exoneraciones vigentes para resolver los problemas fiscales.

Sostenemos que estamos ante el regreso del velasquismo porque luego de crear empresas y empleo artificiales en base a exoneraciones tributarias y créditos subsidiados, la industria dirigida colisionará con los 22 tratados de libre comercio, y los nuevos empresarios subsidiados terminarán exigiendo aranceles y tipos de cambios preferenciales para seguir creciendo. Como parte del empleo de la sociedad dependerá de la dádiva estatal, inevitablemente –tal como sucede en Argentina– la sociedad evolucionará hacia el modelo que empobreció a más de 60% de los peruanos en los ochenta.

Planteadas las cosas así, ¿cómo es posible que, de una u otra manera, se proponga el retorno del velasquismo luego del fracaso del golpe de Pedro Castillo y luego de haberse detenido el proyecto de la constituyente? A nuestro entender hasta hoy no se ha entendido las causas de la recesión económica y las tendencias al bajo crecimiento desde el 2014.

Hoy las industrias nacionales enfrentan un momento complicado porque el Perú renunció a desarrollar una segunda ola de reformas que relanzara la productividad alcanzada en los noventa. Muy por el contrario, el Perú se burocratizó y se llenó de trámites y sobrerregulaciones para ahogar a la inversión privada y las iniciativas de la sociedad. En este contexto, llegó Castillo al poder y produjo el mayor frenazo de la inversión privada y la mayor fuga de capitales de la historia reciente.

Ante la crisis algunos sectores empresariales y sindicales proponen la involución velasquista –que criticamos en este artículo– en vez de proponer una nueva ola de reformas que relancen a las industrias y a la inversión privada en general. Por ejemplo, el Perú necesita con urgencia una reforma tributaria que simplifique todos los sistemas y también reduzca los impuestos. Tal como sucede en los países desarrollados, debería existir un régimen promocional para la pequeña empresa y otro general. Igualmente se debería avanzar hacia una reforma laboral que establezca la plena libertad de contratar y despedir en los contratos, de la misma forma que lo hacen los países industrializados y con pleno empleo.

La disyuntiva, pues, es involucionar hacia el modelo que empobreció al Perú en décadas pasadas o pisar el acelerador de las reformas que profundicen el modelo que redujo la pobreza como nunca en la historia y también industrializó el país.

  • 05 de noviembre del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

Un octavo retiro que pretende liquidar el sistema previsional

Editorial Economía

Un octavo retiro que pretende liquidar el sistema previsional

  La izquierda, como todas las corrientes leninistas que prioriz...

13 de junio
El cobre en el Perú: una riqueza en disputa

Editorial Economía

El cobre en el Perú: una riqueza en disputa

  En el corazón de la economía peruana late un met...

13 de junio
Agrofest 2025: evento clave para el futuro de la agricultura peruana

Editorial Economía

Agrofest 2025: evento clave para el futuro de la agricultura peruana

  Esta semana, el corazón de la agricultura peruana se ha...

13 de junio

COMENTARIOS