Enclavado en el distrito de La Encañada, región Cajamarc...
La explotación del cobre ha sido vital para el desarrollo económico del Perú, impulsando regiones a través de inversiones mineras. Este crecimiento en la producción y exportación de cobre ha contribuido al PIB, atrayendo inversiones y estimulando sectores económicos. Además, la apertura de minas y la expansión de operaciones han generado empleo en extracción, construcción, transporte y manufactura. Estas oportunidades laborales han reducido la pobreza y mejorado vidas locales.
Los expertos han advertido sobre una futura escasez mundial de cobre, lo que constituye un gran desafío para la industria. El cobre es esencial en la transición hacia energía sostenible, pero la situación política de los principales productores podría obstaculizar su disponibilidad. La demanda crece por la electrificación y descarbonización, especialmente en países emergentes. Actualmente se proyecta un aumento de 50 millones de toneladas métricas de cobre en demanda para 2035, con déficit de 17 millones para 2040, requiriendo inversión de más de US$ 270,000 millones.
El Perú destaca como segundo mayor productor de cobre, con más de 60 proyectos mineros, el 65% relacionados al metal. Estos proyectos reducirían la pobreza en 14% para 2031, con crecimiento acumulado del 13% en PIB. Beneficiarían a 16.6 millones de personas, generando 3.9 millones de empleos y contribuyendo con S/ 85,000 millones en impuestos al Estado y S/ 47,000 millones en compras a proveedores locales. Sin embargo, los bloqueos y conflictos sociales han paralizado inversiones en el "cinturón de cobre" de Cajamarca, en el que están ubicados proyectos tan importantes como Conga, y en el corredor minero del sur, con proyectos como Tía María, obstaculizando desarrollo económico. La inestabilidad política y social dificulta atraer inversiones. Superar estos desafíos es crucial para aprovechar el potencial de la industria minera y sus beneficios en el Perú.
El proyecto minero Tía María, que ha sido otorgado a Southern Peru con una inversión de US$ 2,000 millones, se perfila como un motor clave para el desarrollo económico de la región de Arequipa y de todo el Perú. Se estima que el proyecto generará alrededor de 120,000 toneladas métricas de cobre al año, lo que resultará en más de S/ 300 millones en canon y regalías para el país. Además, se crearán más de 9,000 empleos en el área de influencia del proyecto. Tía María ha cumplido rigurosamente con todos los requisitos establecidos por el Estado y cuenta con las autorizaciones necesarias, incluida la "licencia social", lo que significa que no hay obstáculos para que comience su fase de construcción.
Una característica distintiva de Tía María es su ubicación en un desierto a nivel del mar, a diferencia de la mayoría de los proyectos en el sur de Perú. Esto evita las críticas habituales sobre la localización en áreas de cabeceras de cuenca o cerca de zonas agrícolas a altitudes superiores a los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Además, Southern Peru ha propuesto al Gobierno reemplazar la planta de desalinización original por la construcción de la represa de Paltiture, lo cual tendrá un impacto positivo en la agricultura regional y beneficiará a toda la región.
En términos tecnológicos, el proyecto Tía María utilizará el sistema de extracción por solventes del mineral para separar el cobre de la roca y luego recuperarlo mediante el proceso de electrodepositación, obteniendo cátodos de cobre con una pureza del 99.999%. Este sistema hidrometalúrgico no produce residuos ni emite humos al ambiente, ya que ha sido empleado con éxito en las operaciones de Cuajone y Toquepala. Por lo tanto, no habrá impacto negativo en la agricultura ni en la salud de las personas.
La puesta en marcha del proyecto Tía María permitiría al valle de Tambo contar con agua regulada, superando los problemas ocasionados por las épocas de estiaje y facilitando el desarrollo de programas de agroexportación para satisfacer la demanda local. Además, Tía María será un gran impulso para la provincia de Islay, ya que consolidará varios motores de desarrollo, como la agricultura, la ganadería, la pesca, el nodo energético, la minería y la metalmecánica, entre otros. Esto beneficiará tanto a la población como a los servicios en general.
Tía María representa una oportunidad significativa para la región de Arequipa y para todo el Perú. Con sus aportes económicos, novedades tecnológicas y beneficios en diversos sectores, este proyecto tiene el potencial de impulsar el desarrollo regional y mejorar la calidad de vida de la población.
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