El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
El último viernes la noticia de la muerte de Pablo Macera Dall’Orso, uno de nuestros más respetados historiadores, conmovió a todos los peruanos. Concluye así toda una vida dedicada al estudio de la historia del Perú, lo que le permitió a Macera seguir la evolución de los problemas de nuestro país a lo largo del tiempo y, por ello, convertirse en una especie de “conciencia nacional”. A eso sumaba sus dotes para la oratoria y su honestidad intelectual, por lo que sus juicios resultaban a la vez acertados y lapidarios. Entre sus principales obras están Trabajos de Historia (1977), Pintores populares andinos (1979), Las furias y las penas (1983), Nueva crónica del Perú. Siglo XX (2000) y El Inca Colonial (2006).
Macera nació en Huacho, el 16 de diciembre de 1929, pero pronto se trasladó a Lima, donde hizo sus estudios primarios, en el Colegio La Salle,secundarios en el Colegio Hipólito Unanue. Después ingresó a la Universidad de San Marcos para hacer estudios de Derecho, que después cambiaría por los de Historia, obteniendo el bachillerato con la tesis “Ensayos sobre el siglo XVIII en el Perú. Cultura y economía”. Posteriormente haría estudios de postgrado en Francia y se graduó de Doctor en Historia con la tesis “La imagen francesa del Perú (siglos XVI -XIX)”. A su regreso al Perú comenzó su carrera académica en San Marcos, primero como docente y después también como jefe del departamento de Ciencias Sociales. Muchas generaciones de estudiantes sanmarquinos lo recuerdan con respeto y afecto.
Los campos de interés de Macera abarcaban desde la historia económica hasta el estudio del arte, además de la problemática social y política de actualidad. Sus ensayos iniciales –que fueron reunidos en el libro Obras escogidas de Historia I, publicado por el Fondo Editorial del Congreso en el 2014– están centrados en la cultura peruana del siglo XVIII. Algunos de sus títulos son bastante expresivos al respecto: “Bibliotecas peruanas del siglo XVIII”, “Iglesia y economía en el Perú del siglo XVIII”, “El indio y sus intérpretes peruanos del siglo XVIII”, etc. Entre estos ensayos destaca “Tres etapas en la formación de la conciencia nacional” (1955), en el que se explora las ideas de los distintos grupos de intelectuales que forjaron la independencia de nuestro país, desde Baquíjano hasta la Sociedad Amantes del País y la revista Mercurio Peruano.
En 1960 Macera fundó el Seminario de Historia Rural Andina, en la Universidad de San Marcos), que dirigió durante varias décadas. En esa etapa su obra estuvo enfocada especialmente en la historia del Perú andino, con libros como Agricultura en el Perú, Siglo XX (1977), Rebelión india (1988), La pintura mural andina: siglos XVI-XIX (1993), entre otros. En la última etapa de su vida, estuvo más bien enfocado en la cultura amazónica, con libros como Los dueños del mundo Shipibo (2004), El poder libre asháninca: Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito (2009) y La cocina mágica asháninca (2011).
Además de su amplia obra como historiador, fue presidente del Patronato Nacional de Arqueología, catedrático en diversas universidades –tanto peruanas como extranjeras: Vancouver, Oxford, Bielefeld–, presidente del Patronato Nacional de Arqueología, miembro de la Sociedad Americanista (Francia) y congresista de la República (2000).
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