Renato Estremadoyro
Victoria del Brexit en el Reino desunido
Partido Conservador arrasó en recientes elecciones
Desafiando al frío y a la lluvia, más de 47 millones de británicos votaron el jueves 12 de diciembre en las elecciones generales, en las que el Partido Conservador arrasó con el Partido Laborista. Estas elecciones se presentaron como el todo o nada para la continuidad del Brexit. Los resultados de esta contienda se interpretan como el espaldarazo final de la ciudadanía a la ejecución del Brexit.
Boris Johnson ha jugado muy fuerte en los meses de campaña, con la convicción de que los británicos estaban hartos del proceso del Brexit, debido al hastío que han generado los numerosos rechazos en el parlamento británico al acuerdo de salida pactado con las autoridades de la Unión Europea. Los ingleses estaban dispuestos a aceptar y abrazarse a cualquier candidato que prometiera una salida de la Unión Europea, con tal de que fuera creíble y rápida. Y, todo apunta a que esta situación fue capitalizada por Johnson de forma contundente.
Por otra parte está el fracaso de los laboristas, en concreto el de Jeremy Corbyn, quien en estos años ha sido absolutamente incapaz de articular alguna alternativa al proyecto de los conservadores para salir de la Unión Europea. Ha tenido tiempo para crear un plan convencible y ha fallado estrepitosamente. Especulando, ¿qué habría sucedido si Jeremy Corbyn no hubiese sido el líder de los laboristas? Eso se lo dejaré en manos de los analistas políticos, para el futuro.
En cualquier caso, todo eso queda para el tiempo venidero. Lo que sabemos ahora es que, por un lado, estas elecciones abren un nuevo camino de certidumbre, porque Boris Johnson conseguirá con la mayoría que va a tener en el parlamento, sacará adelante el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea, y que para las primeras semanas del 2020 ya estará ratificado tal acuerdo.
Con esto, además, se cierra uno de los más grandes dilemas de la política internacional en los últimos años. Pero también se abre un espiral de incertidumbre, de cara a cuál va a ser la relación entre el Reino Unido y el bloque europeo; asimismo, con el proyecto británico durante los próximos años. Por su parte, Johnson solo prometió a los británicos que iba a dar una salida a esta primera fase del proceso del Brexit, pero es mucho más difícil de prever qué pasará en la siguiente.
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