Alicia Barco
Una brújula en tiempos de crisis
El direccionamiento en marketing humano
Imaginemos una empresa de moda que se enfrenta a una crisis económica. En lugar de intentar llegar a todos los consumidores, la empresa decide enfocarse en un segmento específico: mujeres profesionales de entre 25 y 35 años que buscan prendas versátiles y de alta calidad para el día a día. Al conocer las necesidades y preferencias de este segmento, la empresa puede desarrollar una campaña de marketing dirigida que resalte la funcionalidad, la elegancia y la durabilidad de sus productos.
En un entorno empresarial cada vez más competitivo y volátil, el direccionamiento en marketing se erige como una herramienta fundamental para navegar con éxito los desafíos y aprovechar las oportunidades que surgen. Este proceso, que consiste en definir a quién queremos llegar con nuestros productos o servicios, adquiere una relevancia aún mayor en contextos de crisis, donde las decisiones deben ser precisas y oportunas.
El marketing humano representa una evolución en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes. En lugar de centrarse únicamente en las transacciones y las ventas, el marketing humano busca establecer conexiones auténticas y duraderas con las personas, poniendo el foco en sus emociones, valores y necesidades.
Marketing tradicional versus marketing humano
Mientras el marketing tradicional se enfoca en persuadir al consumidor para que compre un producto o servicio, el marketing humano busca construir relaciones a largo plazo basadas en la confianza y la empatía. Se trata de entender al cliente y a la marca como una persona, no como consumidor, con sentimientos, aspiraciones, preocupaciones; y también de ofrecerle experiencias significativas que vayan más allá de la simple transacción comercial. Se trata de entrar en la vida de las personas, de tal manera que entendamos cómo funciona el cerebro, la afectividad, la mente, como la neurociencia lo está haciendo.
Los pilares del marketing humano
La persona como centro. El cliente deja de ser un número y se convierte en el protagonista de la historia. Se busca conocer sus gustos, preferencias, valores y estilo de vida para ofrecerle soluciones personalizadas y relevantes.
La emoción como motor. Las emociones juegan un papel fundamental en las decisiones de compra. El marketing humano busca conectar con las emociones de las personas para generar un vínculo más profundo y duradero.
La experiencia como diferenciador. Se busca ofrecer experiencias únicas y memorables que superen las expectativas del cliente.
La transparencia y la autenticidad. La honestidad y la transparencia son fundamentales para construir relaciones de confianza. Las marcas deben ser auténticas y coherentes con sus valores.
La responsabilidad social. Las empresas tienen un papel importante en la sociedad. El marketing humano promueve la responsabilidad social y el compromiso con causas sociales.
¿Por qué es tan importante el direccionamiento en marketing durante una crisis?
En tiempos de crisis, los recursos son limitados. Un direccionamiento preciso permite concentrar los esfuerzos y los presupuestos en los segmentos de mercado más relevantes, maximizando el retorno de la inversión. Al conocer a fondo a nuestro público objetivo, podemos identificar sus necesidades cambiantes y adaptar rápidamente nuestra oferta de valor. Un direccionamiento claro nos permite desarrollar mensajes más personalizados y relevantes, lo que aumenta la probabilidad de conectar con nuestros clientes y generar un mayor impacto. Al demostrar un profundo conocimiento de sus necesidades y preferencias, se fortalece el vínculo con los clientes, lo que aumenta su fidelidad y lealtad a la marca. Un direccionamiento sólido ayuda a las empresas a construir una base de clientes sólida y diversificada, lo que las hace más resilientes ante las crisis.
Es fundamental realizar un análisis exhaustivo del mercado para identificar nuevas oportunidades y amenazas, así como los cambios en el comportamiento de los consumidores. Dividir el mercado en segmentos más pequeños y homogéneos, basados en características demográficas, psicográficas, geográficas y comportamentales. Identificar los segmentos más atractivos y relevantes para la empresa, considerando factores como el potencial de crecimiento, la rentabilidad y la alineación con los valores de la marca.
La marca como persona siendo el activo más valioso: Bienvenidos al humano digital
Crear experiencias únicas que involucren a los clientes en todos los sentidos es lo que ahora la IA impulsará a una publicidad más inmersiva. Generar contenido de valor que ayude a los clientes a resolver sus problemas y tomar mejores decisiones es el nuevo rol que las marcas comienzan a gestar, como agentes de cambios sociales. Interactuar con los clientes a través de las redes sociales y otros canales digitales para construir una comunidad en torno a la marca es lo que permite a la marca actuar como persona en estos escenarios digitales. Es la oportunidad de las marcas corporativas, con propósitos más humanos, y apoyar causas sociales y ambientales, que impulsen conectar con las personas de un modo profundo.
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