Juan Sheput

Un espejismo llamado Dina Boluarte

No hay nada más débil que un político vulnerable

Un espejismo llamado Dina Boluarte
Juan Sheput
02 de diciembre del 2022


¿Puede haber algo peor que un mal político? Sí, un ciudadano que juega a la política y que no entiende que la política tiene que ver con el ejercicio del poder y, por tanto, con el realismo puro y duro. La improvisación en política suele ser muy ingrata con quienes la ponen en práctica. En nuestro país hay muchos casos que así lo demuestran. Casos recientes son las sendas crisis políticas que cogieron en el más alto nivel del Congreso a personas correctas y decentes, pero sin experiencia política.

Max Weber lo advertía cuando nos enseñó “que el resultado final de la actividad política raramente responde a la intención primitiva del actor”. Aún más, como bien recuerda uno de sus estudiosos, el notable referente de la derecha pensante francesa Raymond Aron, quien no sabe de esto no sabe nada de cómo funciona la política. Esto es completamente válido en estos días de turbulencia en nuestro país, en los que las teorías conspirativas y los esquemas de enfrentamiento con gigantescos enemigos a lo único que contribuyen no es a la búsqueda de una solución sino al abatimiento colectivo.

Un gran enemigo de la democracia, compleja por definición, es la simplificación de sus soluciones. Las soluciones simplistas son llamativas, atraen aplausos y “likes” porque dan tranquilidad coyuntural a las sociedades estresadas por las crisis políticas. Pero luego la crisis se mantiene y mantiene y va socavando la institucionalidad hasta que se instale un momento de no retorno.

Es lo que viene sucediendo. Plantear como alternativa al corrupto y desastroso gobierno de Pedro Castillo a la vicepresidenta Dina Boluarte es caer en lo antes descrito. No hay nada más débil que un político vulnerable, que caiga fácilmente en el chantaje como consecuencia de sus actos cometidos o por una trayectoria cuestionable.

¿Alguien duda de que Pedro Castillo o Vladimir Cerrón tengan información sobre la vicepresidenta, responsable de la tesorería de Perú Libre durante la campaña electoral? ¿Cómo creen que reaccionarán quienes poseen esa información cuando, eventualmente, Dina Boluarte pretenda impulsar una lucha contra la corrupción para la cual no tiene autoridad moral ni apoyo político? ¿Alguien ve a los niños, las niñas o a los topos cerrando filas detrás de ella para acabar con las mafias instaladas?

Lamentablemente no hay otra alternativa que el adelanto general de elecciones vía el despojo del poder tanto a Pedro Castillo como a Dina Boluarte. Es cierto que hay parlamentarios correctos, pero también es cierto que el parlamento –como tal, colectivamente– está profundamente descalificado. No actuar en consecuencia es persistir en un drama que está perforando lo poco que queda de base institucional en el país.

Juan Sheput
02 de diciembre del 2022

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