Juan Sheput

Un alcalde premoderno

Un alcalde premoderno
Juan Sheput
10 de marzo del 2015

Enfoque crítico de la gestión de Luis Castañeda en transporte y ecología.           

Si nos atenemos a los hechos, no nos va a quedar la menor duda que el señor Luis Castañeda Lossio se ha quedado anclado en la premodernidad. Ya no se trata únicamente que los problemas de una ciudad como Lima le queden grandes sino que el alcalde sigue pensando, al igual que hace doce años, que hay ciudadanos distintos ante la Ley, que puede hacer lo que se le da la gana, que la planificación es una cosa molestosa y que la cultura es un atributo ciudadano despreciable. Ni qué decir del aspecto ecológico, los árboles no valen nada si lo que se quiere es ampliar las avenidas. Y las únicas playas públicas y libres de la ciudad, ubicadas en la Costa Verde, en Miraflores, bien pueden desaparecer si de darle prioridad a los vehículos se trata. 

El señor alcalde ha olvidado -o ignora-, anclado como está en lo premoderno, que la mayoría de los problemas de una ciudad con las características de Lima, se solucionan con una mezcla de medidas de corto, mediano y largo plazo, intangibles en su mayoría, pero que brindarán respuestas sostenibles a situaciones críticas que por malos diseños cada vez se agravan más. Piense, por ejemplo, en el súper cuento de la ampliación de carriles para mejorar el tráfico. Se ha hecho antes en las Panamericanas Sur y Norte, y continúan los embotellamientos. Se ha hecho en varias avenidas como Javier Prado o Angamos o Huaylas y la solución es inexistente, el problema se ha agravado pues lo que se requiere hacer es otra cosa: mejorar y controlar el flujo vehicular. Imagine que le practican una operación de by-pass al corazón,  para que su sangre fluya con mayor libertad. De nada le servirá si es que continúa con una mala dieta. Al poco tiempo la operación no le servirá de nada pues el colesterol volverá a depositarse en las nuevas vías sanguíneas. Igual sucede con el tráfico, de nada vale la ampliación de carriles si no se adoptan otras medidas que tienen que ver con el control vehicular, como evitar que se voltee a la izquierda, sacar de circulación a los vehículos antiguos, impedir que maquinaria pesada circule durante el día o formalizar a los miles de taxistas que hoy entrampan el tráfico con la negociación individual de la tarifa. 

El alcalde Castañeda de seguro sigue creyendo que la solución sigue estando en más escaleras y más carriles. Eso era válido de repente para una Lima de hace 12 años pero hoy los problemas son más complejos y requieren de otro tipo de actitud. En el diseño de cualquier ciudad moderna las respuestas a los problemas sociales tienen en los aspectos de recreación y cultura a pilares –no los únicos- importantes. Sin embargo el alcalde sigue empeñado en quitarnos lo poco que queda de playas en la Costa Verde, eliminar hermosos árboles y destruir murales que brindan paz mental. Es la premodernidad, instalada en un estilo que hoy por hoy es insuficiente para una Lima que lucha por ser moderna. 

Por Juan Sheput
10 - Mar - 2015

Juan Sheput
10 de marzo del 2015

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