Todos contra todos

Debate sobre un posible pacto político democrático previo a elecciones del 2016

"Preferiríamos soportar la miseria de la realidad que hemos creado...antes que organizar una nueva realidad negociada". Es un comentario de J.M. COETZEE, premio Nobel de literatura sudafricano, acerca de la crisis económica y los nuevos paradigmas que se presentan. La escribe Coetzze a su amigo el escritor norteamericano Paul Auster, en un libro titulado “Aquí y Ahora”, que recoge el intercambio epistolar entre los dos literatos.

Hugo Otero, inspirado en Coetzee, reitera su propuesta de organizar un pacto por los electores. Señala que a pesar de la desconfianza popular en los pactos, los políticos deben hacer un esfuerzo por el Perú, para dejar de lado “la sospecha y desconfianza”. Afirma que es la única manera de que el nuevo gobierno (cual sea el elegido el 2016) obtendría legitimidad. El pacto tendría como objetivos consolidar lo avanzado en el Perú, y evitar la confrontación política que debilita a la democracia.

Reitero, no estoy de acuerdo con mi amigo Hugo Otero. La política en el Perú cada día se degrada más. La clase política esta alejada de los interese populares. No le interesan sus problemas. Vive la miseria que ha creado. Son incapaces de organizar una nueva realidad negociada que provoque la esperanza de cambio en millones de peruanos. Los ciudadanos vivimos amargados por la corrupción. Ver al Ministro de Justicia y al asesor presidencial fungir de abogados  en la sombra del prófugo Martín Belaunde Lossio, provoca pesimismo, angustia, rabia.

El pueblo va sin dirección dando palos de ciego, tratando de encontrar un camino que lo conduzca a la prosperidad con libertad. Este mundo de inmensas contradicciones no es comprendido por la clase política peruana. Ingenuos analistas pontifican sobre la “inmadurez” e “ignorancia” popular cuando se elige a personajes lumpenizados para el gobierno local, regional y nacional. El problema no es el pueblo, sino la “elite” incapaz de hegemonizar y conducir las aspiraciones populares.

Esta es la principal razón por la que no es posible un “pacto por los electores”. Hugo Otero, sabe que la clase política solo piensa en ella- es autista- y algunos de sus dirigentes son solipsistas. Hugo es consciente de que mienten para llegar al poder. Que nunca perderán o sacrificarán sus privilegios y granjerías por el Perú. Un país fragmentado, un estado al borde de ser capturado por el crimen organizado, un país donde la anécdota es más importante que los problemas de la gente, les conviene. Ellos están felices viviendo la miseria que han organizado. “Todos” estamos felices en la miseria de la “elite peruana”.

Reitero, no queda otro camino que la política peruana se renueve. Esta es una tarea de las organizaciones sociales y su espíritu emprendedor. De la juventud libertaria. De los hombres de compromiso con la libertad. La elección del 2016 será una guerra de todos contra todos. Insisto, será una guerra del marketing electoral que venderá “ideas” e “imágenes” antes que programas viables. El reino de los sicofantes, una crónica policial.

Querido Hugo, solo tendremos la posibilidad de un pacto por el Perú si el pueblo elige un gobierno democrático que convoque a un verdadero acuerdo nacional - como el de La Moncloa, España, 1977-, o si las masas lo imponen en una revuelta popular autoritaria conducida por una vanguardia ideologizada.

Por Tino Santander Joo
(09 - dic - 2014)