Solidaridad, esperanza y cuidado

Desde que se inició la cuarentena por el coronavirus, el país ha estado viviendo una prolongada subida de infectados y muertes, así como descuidos graves en algunas regiones como Loreto, Lambayeque y Piura. Pero no nos quedemos solo en lo negativo del asunto, que –claro está– es grave. El Gobierno está actuando; una tardía reacción, pero al fin y al cabo está actuando. En estos momentos, en nuestro rol como generadores de opinión, estamos en el deber de brindar, más que un análisis, un mensaje para el espíritu de los peruanos y peruanas afectados por esta situación. El mensaje al ser leído se multiplica en un aliento personal y colectivo.

Winston Churchill, ante la inminente entrada a Inglaterra de tropas nazis en plena Segunda Guerra Mundial, y con poca capacidad logística para defenderse, lanzó una titánica consigna de solidaridad y esperanza al pueblo inglés. Dijo: “Nunca nos rendiremos”. Y así fue, lucharon contra lo que se venía. Cito esta frase para reconocer el espíritu solidario y de esperanza que están mostrando tanto ciudadanos peruanos, como extranjeros, con ayuda de diverso tipo, sobre todo con lo hecho en la región Loreto para la instalación de una planta de oxígeno, que lideró el vicariato de Iquitos. Una ayuda que no hace más que resaltar el espíritu de lucha de la humanidad desde tiempos inmemoriales. No se lucha contra un enemigo, pero sí contra los embates sanitarios, que nos dan un mensaje en estos momentos sobre cómo cuidarnos. 

Cuidándonos y respetando los códigos sanitarios y sociales nos beneficiamos. Cuidándonos valoramos más nuestra vida y –por extensión– la vida de los demás. Solo así podemos darnos cuenta que nosotros también somos responsables de lo que está sucediendo actualmente. Afrontemos este momento con mucha solidaridad, esperanza y cuidado para tener luego un mejor destino. La emergencia sanitaria mundial nos está declarando a nosotros también una situación que debemos tomar con mucho valor y responsabilidad. 

¡Ese es el mensaje!