Radiografía de los radicales

Sobre los “movimientos sociales” que bloquean hoy las inversiones.

La Asamblea Nacional de los Pueblos del Perú y del Tawantinsuyu (ANPPT), es parte del movimiento social que se organiza a partir de la experiencia de lucha de los cajamarquinos contra la empresa minera Yanacocha, de torpe manejo social y político en la región. Preside la ANPPT Wilfredo Saavedra Marreros, representante del Frente Ambiental de Cajamarca. Está integrada por diversas organizaciones gremiales, sindicales, frentes de defensa y comités de lucha, además de comunidades nativas amazónicas e incluso sectores que reivindican las nacionalidades aimara y quechua.

Se inspira en el pensamiento de José María Arguedas y busca representar la diversidad nacional. No es un partido político, pero expresa los intereses de las comunidades y pueblos que no tienen quien los defienda de los abusos del Estado y de la prepotencia de ciertas empresas. Muchos de ellos son radicales opositores a la minería, pero también están quienes sostienen que se puede explotar los recursos naturales de manera responsable sin contaminación.

Los dirigentes sociales tienen diversas opciones políticas. No es exacto que todos sus dirigentes sean ex terroristas como afirma Hernando De Soto. Wilfredo Saavedra sí sufrió una sentencia judicial por terrorismo en el pasado, pero lo considero un dirigente honesto y consecuente, a diferencia de los “lentejeros”. Conozco decenas de dirigentes sociales y gremiales que no han sido terroristas ni pertenecen a ningún partido político de izquierda, pero activan en la ANPPT porque son intransigentes defendiendo las plataformas de sus pueblos. Muchas de estas pueden parecer confusas y delirantes para los políticos y empresarios de Lima. En ellas está el reclamo nacional de igualdad de oportunidades en educación, salud y trabajo, agua, infraestructura, inseguridad, etc. Además, tienen una gran capacidad de negociación y resistencia que en Lima, torpemente, se ningunea.

De Soto, ha hecho muy bien en buscar a los dirigentes de la ANPPT; demuestra talante democrático además de interés por los problemas nacionales buscando a los verdaderos actores sociales. Sin embargo, se equivoca al presentarlos como enemigos de la minería e inversión. De Soto señala que, en su diálogo con la ANPPT, ha percibido que los dirigentes están preocupados porque la gran minería no dañe al medio ambiente. Además, comparten la angustia por la vida de millones de hombres que dependen de la minería informal.

No olvidemos que el discurso anti capitalista del Papa Francisco, en Bolivia, con los movimientos populares, legitima parte de la prédica de la ANPPT y otros movimientos sociales: “el sistema no aguanta más, los pueblos no aguantan más… cuiden la madre tierra, luchen, no se achiquen”.

De Soto, con gran capacidad de comunicación, señala que el problema de la inversión en el Perú es ideológico y de acceso a los beneficios de los recursos mineros. Señala que las comunidades y pueblos deberían ser accionistas y que esto requiere una profunda reforma institucional.

Y la reforma institucional requiere de un debate sin exclusiones ni prejuicios. El otro camino nos conducirá a la violencia política. El retorno a la democracia en la década de los 80 fue formal. Hoy requerimos una democracia integral en lo económico y social, que garantice igualdad de oportunidades. El camino del ninguneo y la exclusión a los partidos y movimientos llamados radicales nos aleja de la realidad, y sin conocimiento de ésta es imposible un cambio o transformación alguna en el Perú.

Por Tino Santander Joo

14 – Jul – 2015