Guillermo Vidalón

¿Qué hacer con la educación?

Para promover una sociedad que halle soluciones mediante el diálogo

¿Qué hacer con la educación?
Guillermo Vidalón
20 de febrero del 2023


El problema de la educación se centra en la calidad de la enseñanza y de los aprendizajes, porque la finalidad principal de la educación es formar a niños y jóvenes para que estén preparados y enfrenten exitosamente los desafíos del futuro. La infraestructura educativa también es importante; pero sobre todo garantizar que las instituciones educativas cuenten con ambientes que no estén a punto de colapsar, además de servicios básicos disponibles regularmente, al menos durante el horario escolar, como agua y saneamiento, electricidad e Internet. 

Sin embargo, para que un niño logre los resultados esperados, lo principal es que cuente con una alimentación adecuada. De lo contrario, será necesario complementar su atención con la participación de otros organismos del Estado, así como con los programas de vacunación del Ministerio de Salud (Minsa). Una vez logradas estas condiciones mínimas, estamos preparados para emprender otros retos de la educación. 

Dado que la educación no ha alcanzado los objetivos deseados, resultará necesario experimentar otras opciones con visión de futuro, como podría ser:

1. La semipresencialidad

Tengamos en cuenta que nuestros niños y jóvenes viven y vivirán en entornos digitales, tal como ya sucede en la actualidad; por lo tanto, es conveniente entrenarlos en este sistema de autoaprendizaje. Además, la presencialidad se ha convertido en una de las limitaciones para llevar a cabo obras de refacción y mejoramiento en las aulas. En virtud de que el período vacacional muchas veces resulta insuficiente y, por consiguiente, el Estado debe alquilar ambientes o instalar aulas prefabricadas, para las que a veces no se cuenta con el presupuesto asignado. Si se recurre a la semipresencialidad, los estudiantes a ser acogidos en otra institución podrían alternarse con los titulares en el uso de la infraestructura de acogida y viceversa, cuando a la de acogida le corresponda realizar trabajos de mantenimiento u otros. 

2. Enseñanza aprendizaje

La pandemia ha dejado varias experiencias; una de ellas ha sido que un grupo de profesores decidió emplear las redes sociales para comunicarse con sus estudiantes y algunos de ellos han logrado que cientos o inclusive miles de estudiantes se conviertan en sus seguidores (ya sea por su habilidad y destreza para transmitir conocimientos, por simpatías u otros). En ese sentido resulta importante que el Ministerio de Educación (Minedu) identifique a dichos profesores en los diferentes niveles educativos, así como a sus alumnos, y evaluar sus aprendizajes. Si el resultado de la aprehensión de conocimientos ha sido óptimo o satisfactorio, el Minedu debería estimular la creatividad de estos profesores y brindarles todo el apoyo tecnológico y la plataforma para que más alumnos los sigan. Además podrían capacitar a sus pares en línea, o empleando la semipresencialidad, para que el efecto sea multiplicador.

3. Promoción del pensamiento crítico

Gran parte de los problemas que enfrenta el país en la actualidad se deben a la orientación que se brinda en las aulas a los educandos. El plan de estudios debería contemplar una serie de preguntas que estimulen la reflexión; como: ¿por qué, a diferencia de la costa y sierra, no han surgido ciudades importantes y agricultura en la selva baja? O todos padecemos la congestión vehicular para llegar a la escuela, ¿qué propondría para que el tránsito vehicular se haga más ágil? Algunas preguntas podrían ser consideradas como un exceso para el nivel de educación básica, pero lo cierto es que no interesa que hallen la solución; en cambio, sí interesa que reflexionen en cómo hallar una solución.

Uno de los problemas de la enseñanza social, aquella que va más allá de la escuela, es que los educandos terminan por incorporar como normalidad problemas que pueden tener una solución; o simplemente se quejan y luego concluyen que es un tema de las autoridades, lo que implica excluirse de la solución y delegar la responsabilidad en el otro. Promover el ejercicio de la ciudadanía también implica incentivar el compromiso por la cosa pública de manera responsable. 

Si queremos promover una sociedad que halle soluciones mediante el diálogo racional, basado en el respeto mutuo, es indispensable promover en las nuevas generaciones el ejercicio de una ciudadanía orientada a la búsqueda de consensos, basada siempre en el rechazo a la violencia.

Guillermo Vidalón
20 de febrero del 2023

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