Pueblos del Perú en pie de lucha

Las protestas sociales empiezan a calentarse ante la proximidad de las elecciones.

Los pueblos del Perú se ponen en pie de lucha ante la elección del próximo gobierno, para reivindicar sus necesidades. Antes se movilizaron Loreto y las comunidades nativas para resarcir los daños ambientales causados por la industria petrolera. Después fue la Federación Campesina de Cusco (FARTAC) que demanda atención al agro cusqueño (crédito, asistencia técnica, infraestructura de riego). Loreto y Cusco paralizaron y movilizaron a miles de ciudadanos. En el primer caso ya hay un acuerdo parcial, y en el de los  campesinos cusqueños recién empiezan su protesta. 

La semana pasada le tocó a Andahuaylas. Los dirigentes Julián Merino Huaraca, Rolando Alcarraz, del Comité de Lucha de Andahuaylas (Apurímac), paralizaron la provincia. La protesta llegó hasta Abancay y amenazó con extenderse a todo el sur andino. Luego de de 5 días de enfrentamientos se logró un acuerdo con la titular de la PCM, Ana Jara, quien se comprometió a revisar la tarifa del servicio eléctrico, a mejorar y ampliar ese servicio y a devolver los cobros indebidos realizados porla empresa estatal Electro Sur Este. Fue una nueva derrota política del gobierno nacionalista. 

La PCM, el último sábado, firmó un acta con los dirigentes del Comité de Lucha de La Convención (Cusco), en la que se ratifica la promesa de construir la planta de fraccionamiento de GLP en 6 meses (después de los 100 días para elaborar el proyecto), la hidroeléctrica de Santa Teresa y un hospital nuevo. En el acta se obliga además a que la empresa Odebrecht a aportar a las obras de desarrollo local, y a que AgroBanco destine 8,5 millones de dólares a renovar 2000 hectáreas de café. 

En el Valle de Tambo (Islay, Arequipa) hoy se desarrolló el paro convocado por los gremios campesinos y las autoridades del Distrito de Mejía opositores al proyecto de “Tía María”. Jesús Cornejo, presidente de la Junta de Usuarios del Valle del Tambo, señala que en las “mesas técnicas” no participan los opositores al proyecto y que es un “diálogo autista” entre el gobierno y la empresa. El gobierno ha enviado e esa provincia más de 2 mil policías. 

Los conflictos sociales en las sociedades democráticas son una oportunidad para mejorar y atender las demandas ciudadanas. En el Perú se convierten en batallas campales en las que casi siempre tenemos muertos, heridos y destrozos de la propiedad pública y privada. El gobierno no tiene una estrategia para enfrentar esos conflictos. Al contrario, agudiza el enfrentamiento. 

Las protestas están muy lejos de convertirse en una plataforma política “radical” (salvo por el ingenioso Isaac Humala, quien pide un golpe para restaurar la Constitución del 1979). Parece más bien un escenario preparado para agudizar los conflictos, el desorden y la confrontación política. Frívolamente la PCM ha anunciado la semana pasada que hay 160 “conflictos sociales latentes”. Imaginémonos cómo será la campaña electoral. 

¿Existe una estrategia del gobierno de fomentar la guerra de todos contra todos y buscar una “salida golpista”?. Claro que no. En el Perú “un golpe militar no es posible”. Ollanta Humala tiene “impecables credenciales democráticas”. Las Fuerzas Armadas “tienen una tradición democrática”. Son especulaciones de intelectuales que desconocen la historia del Perú. Nada que ver. Vamos camino al primer mundo como pregonan los empresarios de Confiep. Jajajaja, se ríen Urresti, Cateriano y el nazi (miembro de la bancada nacionalista) Rubén Condori, que propone perseguir a los homosexuales. 

Por Tino Santander
17 - Mar - 2015