Alan Salinas

¿Protege el Estado a las niñas y mujeres?

Somos el tercer país a nivel mundial con mayor número de violaciones

¿Protege el Estado a las niñas y mujeres?
Alan Salinas
20 de mayo del 2020


Tenía pensado escribir para esta semana sobre las medidas poco creíbles que el Gobierno está utilizando para combatir la pandemia. Esperemos que vayan disminuyendo con las semanas los infectados. Pero lo sucedido con la niña de cuatro años en Puno, la cual fue violada por su propio padre, quien además la prostituía por licor y por comida en pleno confinamiento, me indigna (dado que tengo una nena) y me invita a reflexionar y poner en debate lo que se debe hacer en estos casos, en los que las víctimas son mayoritariamente niñas y mujeres adultas.

Según reportes internacionales sobre violaciones sexuales, somos el tercer país a nivel mundial; y el segundo a nivel sudamericano. ¡Qué situación para más preocupante! Me preocupa por el tipo de sociedad que tenemos. Una sociedad enferma y propensa a estos delitos. Y no solo eso, en muchos casos, estos delitos quedan impunes. 

¿Qué hace el Estado para erradicar esta situación? Realmente muy poco. Hay trabajos de sensibilización desde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, pero es insuficiente. Muy insuficiente. Los teléfonos para las denuncias, la mayoría de veces, no están disponibles. Y las acciones son muy poco visibles. Aparecen solo cuando sucedieron las violaciones y los asesinatos. 

Hay que decir la verdad: el Estado ha perdido autoridad y el monopolio de la violencia. Ya no inspira respeto. Esto no solo pasa en el Perú, lo pude apreciar en varios países occidentales que tuve la oportunidad de conocer; pero con la salvedad de que en aquellos países se toman medidas severas para intentar recuperar la autoridad estatal. 

Debemos poner sobre el tapete las fórmulas para combatir la guerra psicológica y material en la que nos pone esta situación de enfermedad social. ¿Qué medidas tomar? Aparte de las medidas de prevención, hay que poner al debate público la castración o la pena de muerte para estos sujetos. Hay que combatirlos, generar en estos seres abominables sensación de zozobra y arrinconamiento. Dirán: ¿y los derechos humanos? Pues les respondo: derechos humanos para los que creen en ellos. 

Además el Estado debe establecer políticas de salud mental y de género, políticas transversales en los ámbitos nacionales, regionales y locales. Es prioritario. Para el desarrollo económico de un país necesitamos capital humano con dignidad y en buenas condiciones de salud mental. 

¡Es lo que corresponde!

Alan Salinas
20 de mayo del 2020

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