O quizá simplemente le regale una rosa…

Cómo algunos usan en las redes sociales las mismas categorías que condenan en la “TV basura”.

De pronto resulta que regalar una rosa a una mujer es tomado como un agravio. Comer un pedazo de carne se convierte en sospecha de actitud criminal. El maquillaje en una mujer la hace automáticamente frívola y vacía. Fumar un cigarrillo en la vía pública genera miradas inquisidoras. Los prejuicios y la intolerancia se van convirtiendo en parte de lo ética y políticamente correcto. 

Comento esto a propósito de la discusión en las redes sociales sobre la llamada televisión basura. Que muy pocos se han atrevido a precisar. Pero que –por lo que se lee- está focalizada en los programas Combate, Esto Es Guerra y la Paisana Jacinta. Por los daños que estos nefastos programas causarían al alentar conductas individuales y sociales cívicamente “inadecuadas” al promover estereotipos, competencias sin límite y hasta violencia. 

Sin embargo, cuando uno trata de convertirse en observador sereno de los debates que se configuran en las redes en torno a estos temas, comprueba que muchos de los más fervientes críticos de la televisión basura que censuran, hacen uso –siguiendo su misma lógica- de una electronalidad basura. Porque parten precisamente de estereotipos, compiten entre ellos por ver cuál es la voz más estridente y cuál es el individuo más “libérrimo” en la procacidad lingüística. 

Supuestamente, estas personas a las que aludo –censoras de la televisión basura- estarían construyendo sus discursos políticamente correctos desde el ideal del hombre de Vitrubio. Culto y meditabundo. Pero a juzgar por la intolerancia y la violencia verbal de sus discursos más bien parecen bastante peleados con el ideal culto que dicen defender. 

Pobre Leonardo Favio. Cantautor a quien pertenecen las palabras que titulan esta nota. A una mujer –ahora sí, parece- “ni con el pétalo de una rosa”. Pobre Neruda y sus Veinte Poemas de Amor. Pobres románticos como Schiller o Bécquer. Pobre Botticelli y su Venus. La belleza de la mujer y una sana expresión de admiración hacia ella puede constituir una trasgresión a la igualdad de género o cualquier otra razón de este tipo que se quiera invocar. 

Curioso que no se llame televisión basura a los espacios formalmente noticiosos que incluyen largos minutos dedicados a promocionar los realities de los canales donde se emiten. Curioso que no se deplore la incapacidad de algunos periodistas y conductores de televisión incapaces de articular una repregunta. Lamentable -académica y realistamente- que se escuche decir que una banca o un parque en buen estado de conservación no educan o son instrumentos de cultura. Penoso que se celebren como “culturales” algunas películas o montajes artísticos actuados por personas sin formación ni disciplinas actorales o performativas, pero que deben ser celebrados por tocar temas políticamente correctos. 

Las atrocidades del Estado Islámico nos están llamando mucho la atención. Y debajo de ese Estado hay prejuicios, fundamentalismos e intolerancia. Y estos elementos siempre generan violencia. A ver si hacemos el esfuerzo y no trasladamos a nuestras críticas o comentarios culturales y sociales en las redes aquellas categorías que decimos censurar en la televisión basura. 

Por Eduardo E. Zapata Saldaña
12 - Mar - 2015