Jaime Chincha

Nadie es imprescindible

Nadie es imprescindible
Jaime Chincha
31 de octubre del 2014

Acerca de la reforma que cancela la reelección en regiones y municipios

Es unánime la crítica a la norma que prohíbe la reelección en las regiones y los municipios. Pero no se toma en cuenta que, con esta iniciativa sumada a un paquete de normas que reformen el sistema electoral, esta podría ser la hora de los planes y no de las personas. Nos quejamos del caudillismo y del daño que provoca en la política, pero no tomamos en cuenta que lo aprobado por el Congreso es justamente anteponer el partido, el plan y el objetivo, antes que el rostro y el nombre de un candidato que, salvo contadas excepciones, termina siendo la decepción ahí donde le tocó gobernar.

Creo que, sin proponérselo, esta norma involucra al elector en la agenda que mejor le conviene a la región donde vive. Así, ya no será elegir a una autoridad por su apariencia, su discurso o porque sencillamente cae bien; a eso se sumará desde ahora el plan que traiga bajo el brazo y el partido que lo representa porque, de lo contrario, todos sus ofrecimientos podrían caer en saco roto.

Esta ley corrige además una estupidez mayúscula que impulsó Toledo: dar poderes de reyezuelos a quienes, encima, insistió en llamar presidentes regionales. Con la norma aprobada ahora serán gobernadores, como siempre se les debió llamar. Por tanto, lo resuelto por los congresistas -y que aún deberá someterse a una segunda votación- se condice con la dramática realidad institucional de hoy, aunque con un gran reto por delante: fortalecer a los partidos, echar a andar proyectos a largo plazo, establecer una agenda país que incluya las demandas regionales y un largo etcétera que, sin reelección por ahora, colocará la necesidad por encima del candidato; hoy más que nunca aquello de "nadie es imprescindible" se hace tan cierto.

Es verdad que esta norma, por sí sola, no resuelve nada. Debe ir acompañada de otras reformas como la eliminación del voto preferencial y el voto obligatorio; aprobar el financiamiento estatal a los partidos -porque desde allí se forman los futuros gobernantes-, convertir al congreso en bicameral y trabajar arduamente en el trazo de macrorregiones y macrodistritos en Lima y en todas las demás ciudades del país. Con esa agenda cubierta, dejándola afianzarse con los años, deberíamos pasar a la evolución de la ley que hoy se critica: aprobar la reelección por un periodo más a los alcaldes, gobernadores e incluso al presidente de la República. Recojo la masiva oposición de periodistas y analistas, dándoles razón; aunque permitiéndome pensar que se han salteado todo lo expuesto líneas arriba. Antes que la reelección, que es cierto permite consolidar lo que una autoridad ha comenzado a trabajar, pensemos en consolidar un plan de trabajo desde lo local hasta lo nacional; la corrupción va por cuerda separada y nada de esta ley lo hará desaparecer.

Pues bien, resolvamos primero la crisis institucional y programática, para luego dar cabida a la reelección. Y que ésta sea en todos los niveles de la administración pública, desde abajo hasta lo más alto. Por una sola vez, de ahí que se postulen a otro cargo, si quieren, menos en el que se han desempeñado dos veces seguidas.

Por Jaime Chincha
31 - oct - 2014
 

Jaime Chincha
31 de octubre del 2014

NOTICIAS RELACIONADAS >

Asalto a pluma armada

Columnas

Asalto a pluma armada

Sobre el posible plagio de César Acuña Los plagios descubiertos e...

29 de enero
El naufragio electoral de la izquierda

Columnas

El naufragio electoral de la izquierda

Análisis de las tendencias electorales en curso Un asunto trascend...

22 de enero
Se mueve el tablero electoral

Columnas

Se mueve el tablero electoral

Candidatos avanzan y retroceden en enero La última encuesta de CPI...

15 de enero

COMENTARIOS