Arturo Valverde

Mirando las olas

El embravecido mar de la política peruana

Mirando las olas
Arturo Valverde
20 de febrero del 2020


Después de las elecciones congresales decidí tomarme un tiempo para mirar con calma a mi país, sentarme a ver este mar embravecido. Y ahora que escribo nuevamente mis columnas no dejo de preguntarme, ¿cuánto tiempo nos llevará recuperarnos de todos estos últimos años perdidos? Perdidos por elegir mal, perdidos por el odio y la falta de entendimiento político de nuestros representantes –debido a su falta de preparación política–, perdidos por muchas razones, seguramente.

Solo una persona que no ame realmente al país podría celebrar que le vaya mal a un gobierno. Por el contrario, es un deber aportar propuestas que contribuyan al desarrollo de nuestra nación. Sin embargo, es una lástima que, existiendo la voluntad de trabajar juntos por el desarrollo del país, aquellos que tuvieron a su cargo la conducción del Estado en su momento prefirieron encerrarse en su palacio y escuchar únicamente a los áulicos de turno, que no están interesados en que el Perú avance.

El Apra, que no ha logrado ocupar un espacio en este nuevo parlamento, siempre ha ofrecido la experiencia que le da ser dos veces gobierno y ejercer la política nacional por más de 90 años. ¿Acaso no fue una propuesta aprista la de encargar el tránsito a los municipios y poner a civiles en las labores administrativas, para que los policías patrullen las calles? Pero es preferible desechar esta idea antes que darle la razón a los apristas. 

¿Acaso no fue una propuesta aprista el canon comunal, la construcción de pistas y veredas, el fondo jubilatorio para los choferes del transporte público y tanto más? Nuevamente, es mejor descartar las propuestas sociales de los apristas antes que darles la razón. Así, el Perú no avanza. Y nosotros, como peruanos, tampoco.

Desde 2011 en adelante, la política nacional se ha convertido en un campo de guerra en el que se busca eliminar al contrario de cualquier manera, aunque para eso tengas que romper las reglas del juego. No importa, el objetivo es eliminarte a toda costa. Todo eso nos llevará a un mayor desastre. 

Más allá de la cosa menuda de la política del día a día y las radiografías dominicales que destapan escándalos, me pregunto ¿hasta cuándo seguiremos dándole la oportunidad a incapaces que lo único que saben hacer es asfixiar a los capaces, que sí quieren trabajar por el país? Llegado el año 2021, quienquiera que asuma la conducción del gobierno, debe llamar a los mejores donde quiera que se encuentren, y poner en marcha un plan de reactivación nacional para salvar a nuestro país, antes que los incapaces terminen por destruirlo.

Arturo Valverde
20 de febrero del 2020

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