Mario Saldaña
Mi voto por…

Razones para elegir un buen gobernante
Mi voto por el (la) candidato(a) que haya llegado al real convencimiento de que el cambio en el Perú es una necesidad antes que una pose electorera. Que ese cambio, si bien no tiene porque ser una revolución, sí es una condición no solo para recuperar los niveles de crecimiento alcanzados hasta el 2012 sino para asegurar gobernabilidad y paz social.
Mi voto para el (la) candidato(a) que haya llegado al real convencimiento de que el cambio necesario se soporta ineludiblemente (ya que somos una democracia frágil, fragmentada y desinstitucionalizada) en un pacto político de amplio y largo alcance. Por una sencilla razón: así un partido logre una mayoría relativa en el siguiente Congreso, NINGUNA de las reformas que con urgencia requiere el Perú se podrán hacer sin un acuerdo que ayude a generar consensos sociales mínimos (o al menos mayorías significativas) para hacer viables las reformas.
Mi voto para el (la) candidato (a) que haya priorizado que los ejes del cambio están ineludiblemente en 10 reformas cruciales, y que por ende ha de ponerlas en marcha el 29 de julio de este año: seguridad ciudadana, sistema de administración de justicia, sistema electoral y mejora de la calidad de la representación política, desregulación y desburocratización del aparato del Estado, flexibilización laboral y tributaria (sobre todo para las Pymes), continuación u optimización de la reforma educativa, reforma de la salud, reforma del sistema previsional, reforma del sistema descentralizador y shock de infraestructura a nivel nacional. Si tales reformas suponen refundar a las instituciones competentes para ejecutarlas, pues adelante.
Mi voto para el (la) candidato (a) que esté dispuesto (a) a construir ese pacto político y social desde el 6 de junio, día que tendremos un(a) presidente(a) electo (a). Y que la primera visita que realice sea al actual mandatario para exhortarlo a que no deje bombas de tiempo ni candados o trampas en distintos sectores (como ya lo estamos viendo) para volver aún más pesado el camino de las reformas.
Mi voto para el (la) candidato (a) que, en mérito a las reformas aludidas, no tenga problema en compartir el poder y la responsabilidad de llevarlas a cabo. Y que sea plenamente consciente que no todas esas 10 reformas avanzaran a la misma velocidad, pero que es crucial iniciarlas juntas porque el Perú no puede perder un minuto más luego de estos 5 mediocres años.
Mi voto para el (la) candidato (a) que se compre de una vez por toda la pelea contra la corrupción. Y que en ese propósito logre en sus partidarios, pero sobre todo en la prensa libre y en la oposición, a los verdaderos aliados.
Mi voto para el (la) candidato (a) que profundice nuestra condición de estado laico, asegurando el respeto a la diversidad de creencias y prácticas religiosas, pero sin olvidar que su rol esencial es representar a 30 millones de civiles, mayorías y minorías de todo tipo, en su condición de ciudadanos con iguales derechos y obligaciones.
Mi voto para el (la) candidato (a) que ame más al Perú que a su partido, a sus amigos o a su ego. Y que por tal motivo no tema poner en marcha lo anterior y asumir la factura política e histórica que ella supone.
Por Mario Saldaña C.
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