Dante Bobadilla

Mentiras y fracasos

Los gobiernos de izquierda en Latinoamérica

Mentiras y fracasos
Dante Bobadilla
21 de abril del 2021


La historia de la izquierda puede resumirse en dos palabras: mentira y fracaso. No hay un solo líder de izquierda que no haya saltado al poder desde una montaña de mentiras. Juran y prometen que no son comunistas, que no son socialistas, que respetarán el Estado de derecho, las libertades, la propiedad privada y dejarán el poder al fin de su período. Puras mentiras.

Eso hizo Fidel Castro para embaucar a los norteamericanos que le financiaron su revolución contra la malvada dictadura de Batista, y allí los tienen aún en el poder tras 62 años de feroz dictadura comunista. Lo mismo hizo Hugo Chávez. Juró que era un demócrata, pero luego convirtió a Venezuela en un Estado socialista y ladrón, capturó todos los poderes y eliminó a la oposición. Su designado sucesor, Nicolás Maduro, aún mandonea tras 22 años de nefasto régimen catalogado ya como el más corrupto del planeta. 

Según cálculos de entidades internacionales, Venezuela habría recibido durante la dictadura de Hugo Chávez más de US$ 800,000 millones por la exportación de petróleo. ¿Dónde está todo ese dinero? Una pequeña parte la tiene su hija Gabriela, cuya fortuna pasa los US$ 4,000 millones. Otra buena porción se la han repartido los boliburgueses, apelativo con que se conoce a los nuevos multimillonarios de la revolución bolivariana. Sin embargo, Venezuela carece de energía eléctrica porque las centrales hidroeléctricas y las redes de transmisión han sido abandonadas y devoradas por la naturaleza. Ni siquiera tiene gasolina.

Esa es la breve y triste historia de la izquierda latinoamericana que aún podemos ver en estos días. Remontarnos a los fracasados regímenes del pasado, como Allende, Velasco y el primer Alan García, nos tomaría más espacio del que disponemos. No hay una sola revolución de izquierda que no haya cambiado todo y fracasado en todo. Y aún hoy seguimos escuchándolos queriendo cambiarlo todo. ¿Qué van a cambiar si no saben nada de nada?

La izquierda parte del delirio, se sustenta en la charlatanería y se mantiene con violencia. Creen poder controlar la realidad, transformar la sociedad, domar la naturaleza, regir el mercado, establecer una “justicia social”, cambiar la naturaleza humana. Eliminarán toda forma de competencia social en la que el más capacitado sea ganador, porque eso atenta contra la igualdad y es discriminador. Se abolirá la esclavitud en el trabajo, los sueldos serán regidos por el régimen y se repartirán derechos a manos llenas. Todo será consultado al pueblo y será el pueblo quien tome las grandes decisiones, elija a los jueces, fiscales y tribunos. Así es como los déspotas disfrazan sus dictaduras de democracias directas.

La nueva Constitución dirá que el partido en el poder es el auténtico y único representante del pueblo, que nadie más puede detentar el poder ya que nadie está por encima del pueblo. Quedarán así abolidos los demás partidos que solo representan a la oligarquía y a la corrupción. Todo aquel que no esté de acuerdo con la revolución será castigado por traición a la patria, delito que será pronto el más empleado para someter a los disconformes. Los frentes de defensa de la revolución actuarán disciplinando a los renegados. Serán –como siempre lo han sido– cuerpos conformados por el lumpen social contratado por el régimen para vigilar y amedrentar a los ciudadanos, tal como ocurre en Cuba y Venezuela.

Pedro Castillo y Vladimir Cerrón están en la línea de lo descrito. A diferencia de los anteriores, ni siquiera están mintiendo. Van a cerrar el Congreso, cambiar la Constitución y quedarse todo el tiempo que quieran. Quienes están esperando que moderen sus discursos están perdiendo el tiempo. Y aunque lo hagan, habría que ser muy tonto para creerles. ¿Alguien cree que un régimen de izquierda radical y extrema como el de Castillo - Cerrón, inspirado en la revolución cubana y bolivariana, avalados por Evo Morales, devolverá el poder? 

Es hora de hacerle frente al comunismo. Y en esa línea felicito a Rafael López Aliaga por su valiente y patriótica decisión de salir a hacer campaña por el Perú contra la amenaza del comunismo. Es lo que se necesita de los peruanos que quieren vivir en democracia.

Dante Bobadilla
21 de abril del 2021

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