Manuel Gago
Los frentes adversos de la minería
La ofensiva cultural y espiritual arrasaría con todo
La paralización del proyecto Conga en Cajamarca se pudo evitar. No se hizo porque el estribillo “agua sí, oro no” llevó a Ollanta Humala a la presidencia de la República. La promesa del “gas barato” fue también contundente; tanto como el “no más pobres en un país rico” de Pedro Castillo. Las palabras bonitas generan simpatías así sean monumentales estafas.
Si las autoridades hubieran reaccionado a tiempo y si los medios dejaban de alentar la embestida antiminera, con la coartada de la información, otro sería el panorama en Cajamarca, una de las regiones más pobres del país pero con recursos para hacerse próspera. A nuestro entender, para vencer las adversidades de la minería, es necesario encarar dos frentes: medios y quietud cómplice de las autoridades. El alma capitalista de la población es un aliado. La realidad demuestra que la derecha popular es mayoría incontrastable. Esas almas capitalistas están convencidas de las bondades de la minería que ofrece renta, divisas, canon, regalías, impuestos y oportunidades laborales. Pero los hechos también demuestran, en este lado de la vereda, la ausencia de auténticos y firmes liderazgos, organizados, unidos y no dispersos. Hasta enfrentados. Los ataques de comunistas y neomarxistas a las inversiones mineras tienen un origen y sus activistas siguen a pie juntillas los libretos.
La postergación del Reinfo es una muestra de cómo los vicios de la mala política conducen al país por recovecos, para muchos, impensados. Esos “recovecos impensados” son los escenarios que solo la izquierda planifica adelantándose a los hechos. El Reinfo fue postergado porque una turba sitió el Parlamento. ¿No fue, acaso, una amenaza a la tranquilidad social? La fuerza policial hubiera sido insuficiente para detener el planeado desborde violento con muertos provocados para aumentar la dimensión de la protesta. Haga usted memoria, a este nivel de política entró el país hace más de 24 años. El Estado, las instituciones, los medios independientes y los peruanos honestos son amenazados velada y directamente por quienes hacen política dura y real.
No obstante, con el inicio de Tía María, con el respaldo contundente del Gobierno, se demostrará que todavía existen leyes y funcionarios públicos haciendo valer su autoridad. No olvidemos ese repulsivo episodio protagonizado por Martín Vizcarra. Siendo presidente de la República complotaba contra los intereses nacionales. Reunido con ciertas autoridades planeaban boicotear el proyecto y, en público, fingía apoyarlo.
Que sirvan de experiencia estos hechos para sacar adelante los US$ 60,000 millones de inversiones mineras estancadas o en camino sinuoso. En la misma línea, los actores mineros tendrán que ofrecer resultados; capaces de interactuar con los pobladores, autoproclamados dirigentes y con esa prensa supuestamente conmovida con el relato antiminero, la que ofrece a los voceros antidesarrollo más espacios en sus contenidos de opinión. Esos actores tienen que hacer política por ser el arte de los entendimientos, el camino para ceder y, al mismo tiempo, para ganar posiciones.
Cuesta creer que las opiniones de algunos de ellos, sintonizan con la masa, con aquella población permeable, susceptible de ser manipulada. Cuesta también creer que, inocentemente pretenden enfrentarse con flores a un opositor armado con artillería pesada. Si el escenario continúa como está, el Reinfo y los caminos sinuosos de los proyectos mineros seguirán pendientes, asegurando el triunfo de las verdaderas organizaciones criminales que complotan sin descanso contra el país.
Se espera, entonces, que este 2025 se consolide el crecimiento de la producción a pesar del año pre electoral que se presentará turbulento. Pero seguiremos preguntando, ¿cómo actúan las inversiones privadas frente a la ofensiva cultural y espiritual que podría terminar arrasando con nuestras tradiciones, cultura, memoria y hasta con esa alma capitalista de los peruanos?
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