Darío Enríquez
La reforma político-electoral que no se hizo
¿Se atreverán a desmontar la monstruosidad que sufrimos hoy?

Casi podríamos asegurar que, junto al llamado peor Congreso de la historia, tenemos a los peores ciudadanos de la historia. Además, como nada de esto puede ser casual, sufrimos las consecuencias de haber confiado el nuevo sistema político-electoral a los peores reformadores de la historia. Tienen nombres y apellidos, conocidos y “reconocidos”. Algunos son políticos y otros son “expertos”. Los siguen invitando a enjuagues mediáticos en los que se “despachan” a placer, hablando en tercera persona de los problemas que ellos mismos crearon y alimentaron hasta la náusea. Nos entregaron un adefesio como sistema político-electoral. Nos estafaron y embutieron sus bolsillos en forma ilegítima con dinero ciudadano.
Ese sistema fallido debe desecharse y apostar por un cambio radical. Entre una gran diversidad de elementos, hay tres temas clave que cualquier reforma político-electoral debe enfrentar en forma franca y directa: a) Simplicidad; b) Representatividad; c) Vigilancia. Estos tres aspectos se resuelven eficazmente con la modalidad de territorio uninominal.
¿En qué consiste? Hagamos el ejercicio con el actual parlamento de 130 escaños. Dividamos el Perú en 130 territorios aproximadamente iguales en población. Con 20 millones de electores, cada territorio o distrito uninominal tendrá alrededor de 150,000 electores. Cada partido postula uno y sólo un candidato por cada circunscripción. Todo mucho más simple. Ni listas interminables de candidatos, ni locomotoras, ni voto preferencial, ni cifra repartidora, ni desconocidos que llegan al Congreso por carambola aritmética. Gana el que tenga mayoría de votos en su distrito electoral uninominal.
Se simplifica la elección de cada congresista, uno por circunscripción. La relación directa de un congresista con sus electores expresa representatividad. La vigilancia ciudadana será mucho más eficaz. Así, se podrá convocar a nuevas elecciones solamente en la circunscripción si acaso se somete a revocatoria o si el congresista decide cambiarse de bancada: el pueblo soberano decidirá si revoca o si acepta que el congresista cambie de bancada. Se acabaron los tránsfugas, será siempre el pueblo soberano quien decida.
Frente a una decisión trascendental, cada congresista podría convocar a sus electores a una suerte de cabildo abierto, hacer que ellos expresen su posición y llevarla al pleno del Congreso como expresión legítima de voluntad popular. Si el congresista ignora a sus electores, arriesga ser revocado. Se acaba el cheque en blanco para congresistas que parecen entregar su voto al mejor postor. Vigilancia permanente. El congresista ahora representa a un territorio con electores plenamente identificables; estos electores también tienen a su vez a su congresista representante totalmente identificado. Hasta la publicidad por candidato a congresista se realizaría en forma más sensata y racional, dentro de la circunscripción.
Algo más ¿Qué hacemos con la gran profusión de partidos y movimientos políticos? Para fortalecerlos y no licuarlos en la perversa lógica actual, lo mejor es recurrir a mecanismos autorregulatorios. Los partidos y movimientos, para inscribirse como tales, deben presentar una carta-fianza de 5 millones de soles para cada evento electoral en el que participen. Esta carta-fianza se ejecutará a favor del erario nacional si es que no alcanzan el 5% de los votos y servirá para cubrir los sobrecostos asumidos en JNE, ONPE y Reniec por partidos o movimientos incapaces de lograr 5% de apoyo popular ¿Sólo los ricos podrán postular? Nada de eso. Si tienen estructura partidaria y seguidores, no tendrán ningún problema en obtener la emisión de esa carta-fianza con garantías líquidas ¿Podrían lavar dinero con ese mecanismo? Tanto peor para ellos, pues se pondrán en evidencia y la fiscalización de los organismos del sistema financiero les caerá con todo el peso de la ley. Tan sencillo como eso ¿Se atreverán a desmontar la monstruosidad que sufrimos hoy? Veremos.
COMENTARIOS