Renatto Bautista
La ética como la mejor vacuna contra el virus de la corrupción
Reseña del libro de Carlos Navas Rondón
Cada reseña de libro que realizo evoca siempre las palabras de mi maestro, el intelectual Hugo Neira Samanez, cuando me dijo: “Los homenajes se hacen en vida”. Hoy, con esta reseña del libro La ética como la mejor vacuna contra el virus de la corrupción, rindo homenaje a su autor, el doctor Carlos Vicente Navas Rondón, ex Fiscal Superior, ex Vocal del OSCE, catedrático de la UNFV durante 30 años, y exdecano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la misma universidad (2015-2019 y 2023-2024). A través de su obra, el Dr. Navas Rondón expresa su preocupación por el avance de un flagelo mundial: la corrupción.
Mi colega en la cátedra de Villarreal, Carlos Navas, es profesor de un curso fundamental: Ética y Responsabilidad Social. Sin embargo, hoy en día, las nuevas generaciones de jóvenes peruanos parecen carecer de una guía basada en la ética y en la verdad, dejándose seducir por el engaño, la mentira y, en ocasiones, por algún banquete financiado con dinero ilícito. Lamentablemente, el dinero sucio ha llegado a ser idolatrado como si de una deidad se tratara.
Este libro, compuesto por doce extensos capítulos, es una muestra de la profunda preocupación de Navas Rondón por la falta de ética, una carencia que tristemente no es ajena a muchos funcionarios públicos. En este contexto, empresas constructoras brasileñas han logrado influir en la política peruana en los últimos tres lustros, dejando una marca lamentable.
Quisiera compartir dos citas del libro del catedrático Navas Rondón que considero especialmente reveladoras. La primera, que aparece en la página 42, dice:
“...en gobiernos de facto o dictatoriales en algunos países, cuando no existe una prensa independiente ni respeto a los derechos humanos, se dan poderes concentrados, sin elecciones libres o con una democracia muy débil; la corrupción no se conoce en su verdadera dimensión…”
Como bien señala Carlos Navas, los regímenes de facto son sinónimo de corrupción, ya que en ellos no existen medios de comunicación independientes ni críticos; en cualquier dictadura esto es impensable. En el Perú, por ejemplo, la dictadura militar de Velasco Alvarado en julio de 1974 expropió todos los medios de comunicación privados, otorgando al dictador el control total sobre el poder político y mediático. Esto consolidó un poder totalitario en el que, aunque hubo corrupción, esta fue minimizada o ignorada por conveniencia política.
La segunda cita, que encontramos en la página 678, nos habla de la lealtad en la política:
“La lealtad en política es uno de los valores éticos que debe ser estimulado, ya que deja mucho que desear, porque no se justifica el transfuguismo, es decir, el cambio de militancia en un partido u organización política que permitió a un individuo ocupar cargos públicos por elección y que, luego, por conveniencia personal, decide renunciar a tal representación...”
Lo escrito por el Dr. Navas es muy acertado: en el Perú, la lealtad política ha ido perdiéndose y los ciudadanos incluso premian el transfuguismo al otorgar su voto a candidatos que traicionan su partido y representación. En esta lógica, nuestra sociedad nunca dejará de ser tercermundista si aceptamos como “normal” el cambiar de partido político con la misma facilidad con la que alguien cambia de camisa.
En conclusión, felicito al catedrático y exdecano de la Facultad de Derecho de la UNFV, Carlos Navas Rondón, por la publicación de La ética como la mejor vacuna contra el virus de la corrupción. Esta obra, sin duda, debe abrir un debate en la sociedad peruana para frenar este terrible flagelo que es la corrupción.
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