La diplomacia de los pueblos

Sobre la política externa e interna del gobierno de Evo Morales en Bolivia.

La diplomacia de los pueblos es el nuevo instrumento político del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia. Los movimientos sociales conciertan objetivos con el Estado boliviano; es una herramienta de Evo Morales, para consolidar su poder y liderazgo externo.

La diplomacia popular es importantísima en el trabajo ideológico del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) difundiendo las tesis del “Socialismo del siglo XXI” como experiencias singulares en Ecuador, Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua. El ALBA sostiene dos ideas incompatibles (disonancia cognitiva) con la misma convicción: democracia y dictadura (reelección indefinida).

El jueves 23 de junio se desarrolló en Puno (isla Esteves) el primer gabinete Binacional de Perú y Bolivia, que fue presidido por los presidente Evo Morales y Ollanta Humala. Evo le recordó al presidente Humala que los “ponchos rojos” con los que estaban ataviados él y sus ministros “son oriundos de los Andes” y no los que se venden en las boutiques norteamericanas y europeas. Alusión a las compras de Nadine, en Nueva York.

Evo Morales,  “agradeció” el apoyo del Perú al reclamo boliviano en La Haya contra Chile. El Perú, en un confuso comunicado, defiende  soterradamente la causa boliviana. Luego se desmiente en forma cantinflesca a través de la Canciller y del Premier. Evo ganó la adhesión de los movimientos sociales peruanos que ven con simpatía la causa boliviana. Funciona la diplomacia de los pueblos.

Morales utilizó políticamente los 36 acuerdos logrados con el Perú en materia de lucha contra el narcotráfico, minería ilegal, recuperación ambiental del lago Titicaca, intercambio de experiencias en programas sociales; exportar gas boliviano por puertos peruanos e incluso desarrollar juntos la industria petroquímica. Evo proyecta la imagen de un presidente que lucha por la unidad latinoamericana. Humala, aparece como un hombre tímido envuelto en la sensualidad de mandar antes que gobernar.

He sido testigo de la diplomacia de los pueblos en acción. El 24 de junio, en La Convención, Cusco, se realizó el fórum “La revalorización de la Hoja de Coca” organizado por la Federación de Campesinos de La Convención y Lares (Fepcacyl), con la participación de los “amigos europeos de la hoja de Coca”. Llegaron a Quillabamba belgas, alemanes, austriacos, por supuesto bolivianos y diversas organizaciones nacionales. El evento se circunscribe en el marco de la lucha de Bolivia y de los cocaleros peruanos para despenalizar el cultivo de la hoja de coca. Anular el acuerdo de Viena de 1961 que define a la coca  como estupefaciente.

Los campesinos peruanos reconocen el liderazgo de Evo en la lucha por el uso tradicional de la hoja de coca, la recuperación de los “recursos naturales” y el fomento de las inversiones para el desarrollo. Evo Morales, al contrario de la izquierda peruana estatista y ambientalista, sí cree en la explotación de los recursos naturales. Morales se convertirá en un factor importante en las próximas elecciones presidenciales.

La izquierda peruana tratará de usar su imagen, sin embargo, Morales no es un ambientalista dogmático. Les acaba de decir a los partidos -ONG- ambientalistas que “Bolivia, no es el guarda bosques de Europa”. Evo es un dirigente sindical pragmático que busca soluciones más allá del “discurso antimperialista”. Al igual que Rafael Correa, creen en la explotación racional de los recursos mineros y gasíferos. La izquierda peruana tiene una visión de pigmeos que se opone a la minería. La derecha peruana es sorda y ciega. Morales, nos da una lección a los peruanos en la forma de conducir a los movimientos sociales hacia la creación de riqueza, único camino para superar la pobreza.

Por Tino Santander Joo

30 – Jun – 2015​