La campaña austera

En su reciente declaración, Jorge Barata ha señalado que le habría entregado US$ 200,000 a Luis Alva Castro, presuntamente como aporte para la campaña presidencial del 2006, en la que Alan García era el candidato presidencial. Quienes no conocen al Apra por dentro, deberían saber que muchas veces sus militantes usan sus propios recursos. El Apra nunca ha tenido campañas o portátiles millonarias. Sus militantes caminan literalmente el país. Tienen un par de zapatos y su voz.

¿Quién creía en Alan García el 2001? Cuando Alan García volvió al Perú, sus enemigos desde la derecha y la izquierda hicieron lo imposible para que no avance. Los apristas se defendían en plazas y calles. Daban cuarto al aprista que venía de lejos. Yo lo viví en Chiclayo. No había cocteles ni rifas dudosas.

A quienes dicen que Barata no tendría motivos para mentir, porque pondría en riesgo su condición legal, yo les respondería: ¿Qué gana Barata mintiendo u ocultando una posible coima a García? ¿Barata es aprista? ¿Los fiscales brasileños son apristas? Los que quieren buscar la forma de enredar todo esto, arguyen que podría haberse empleado a un tercero, pero lo que ha revelado Odebrecht es que la modalidad de pago era distinta: todos pidieron y recibieron. Toledo (US$ 20 millones) y Humala-Heredia (US$ 3 millones).

¿Creen que Alan García desperdiciaría la segunda oportunidad que le dieron los peruanos en 2006? Entonces, no es que los apristas se las “saben todas”, la verdad es que Barata no ha dicho que el ex presidente aprista le pidió tanto y le entregó tanto.

Como prueba de que el Apra no esconde nada, Alan García y Mauricio Mulder han invitado a las autoridades del Ministerio Público a visitar sus locales, domicilios y las oficinas de sus dirigentes cuando quieran. Actitud que difiere a la reacción de los fujimoristas cuando allanaron el local de Fuerza Popular.

Sin duda hay algo más allá del escándalo de Odebrecht. A veces, me parece que estoy viendo un pleito entre los dueños del país, gente con mucho poder, hombres detrás del trono, en medio de una lucha de fuerzas que se mostró con mayor intensidad en 2016, con unas elecciones hechas con sobresaltos.

Esta es la mejor oportunidad que tienen los peruanos para separar la paja del trigo. Yo estoy seguro de que cuando el huracán Odebrecht haya pasado, mucha gente tendrá que repensar su antiaprismo.