Darío Enríquez

La calidad se gesta en las ciudades

Debemos alcanzar nuevas cotas de bienestar y prosperidad

La calidad se gesta en las ciudades
Darío Enríquez
22 de marzo del 2022


Desde que casi en simultáneo emerge la civilización en la Medialuna fértil, India, China y Caral en el actual Perú, los primeros asentamientos humanos agropecuarios de autoconsumo, transitan hacia la producción comercial, el intercambio y la creación de las ciudades como los espacios adecuados para el despliegue de las fuerzas civilizatorias. Es la primera gran revolución en la humanidad, que provoca el advenimiento del mundo antiguo, el esplendor de los primeros imperios y su decadencia, luego el feudalismo y posteriormente las monarquías absolutistas que configuraron un modelo de gobernanza que llegó a su mayor expansión en la Edad Media, siguiendo la deriva europea que hasta cierto punto también se da en otras latitudes.

Todo el tiempo que hemos referido, pese a evidentes progresos respecto del nomadismo y la prehistoria, no implicó mejoras significativas, manteniéndose en torno a la línea de subsistencia en una proporción superior al 90%, con altos índices de mortalidad materno-infantil, baja esperanza de vida y elevada pobreza extrema e indigencia.

Entre la invención de la imprenta por Gutenberg y la primera máquina de vapor por Watt, asoma la segunda gran revolución, con el proceso de industrialización como la fuerza central. Junto con ello, emerge el ideal republicano y las monarquías que no desaparecen, se reconvierten hacia fórmulas que se alinean con ese ideal.

En este primer cuarto del siglo XXI, ya no existe duda alguna de que vivimos un cambio planetario con trascendencia similar a los dos momentos estelares para la humanidad, mencionados líneas arriba. Es el advenimiento de la Sociedad Digital. Hay quienes hablan de una tercera o cuarta revolución industrial, sin embargo, más allá de las aproximaciones teóricas o semánticas, el dramático cambio de época es más que evidente.

En este contexto, los temores a que las nuevas tecnologías puedan enajenar a “jóvenes que se entregan a los juegos electrónicos y la virtualidad adictiva” se parecen mucho a las alarmas que se encendieron con la masificación de la imprenta; aquellas nos hablaban de gente que perdía la razón debido a que fueran absorbidos por las fantasías impresas. El Quijote es una muestra de cómo este impacto se transmitió mediante la monumental obra de Cervantes. Extendido al ámbito educativo, hoy se habla de que “la máquina” desplazará al maestro, del mismo modo que se creía que lo propio habría de suceder con los libros impresos. La realidad, felizmente, está objetivamente algo lejos de esos temores. Lo que es ineludible es la reconversión de roles en todo orden de las actividades humanas. La digitalización llega para formar parte de nuestras vidas y no pide ni permiso ni perdón.

El acceso pleno al proceso de digitalización, que también se denomina “transformación digital”, es lo que nos permitirá dar ese necesario impulso que requiere nuestro crecimiento económico con categoría de “milagro peruano” de los últimos 30 años. Aunque el proceso se haya ralentizado y corra el grave riesgo de revertirse, por efecto de los cambios políticos que hemos sufrido en el último lustro, crisis sanitaria y humanitaria incluida por acción y omisión de autoridades corruptas.

El bienestar parte de las ciudades. Es un hecho probado y comprobado. Se habla mucho de que el bendito modelo “no ha chorreado”. Es una figura infeliz. Lo que sucede es que no se ha prestado suficiente atención a la eficacia de acciones concretas en nuestro hábitat, en los espacios en que discurrimos diariamente. Las ciudades y la economía local (en sus diversas capas) son las instancias primarias en que se despliega el bienestar y la prosperidad.

La calidad de vida de nuestros ciudadanos espera que la reserva moral, emprendedora e intelectual que aún tenemos en el Perú, cumpla la misión que la historia nos reserva. Desde la Academia emerge un compromiso firme de trabajar por ello, en especial desde la Universidad Nacional de Ingeniería, que ha aceptado el gran desafío de liderar el acceso pleno al gran proceso de transformación digital.

Darío Enríquez
22 de marzo del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

Sunedu y la calidad de la educación universitaria

Columnas

Sunedu y la calidad de la educación universitaria

En el debate serio sobre la educación superior hay consenso &nd...

11 de abril
Fue una guerra civil, no de Independencia

Columnas

Fue una guerra civil, no de Independencia

Veamos hoy algo de historia. En verdad tenemos algunos hechos largamen...

05 de abril
¿De qué violencia hablamos y a quién defendemos?

Columnas

¿De qué violencia hablamos y a quién defendemos?

En principio, queremos compartir con nuestros amables lectores que est...

28 de marzo

COMENTARIOS