César Félix Sánchez
Globalistas y soberanistas ante el coronavirus
Frente al fracaso de la Organización Mundial de la Salud
Últimamente se ha debatido sobre la efectividad de los diversos gobiernos del mundo en su respuesta a la emergencia actual. Aunque es todavía temprano para evaluar integralmente la situación –tarea que corresponderá a los historiadores–, no han faltado algunos que han señalado que los países con gobernantes globalistas –es decir, vinculados al espíritu “multilateralista” de la ONU (el “multilateralismo” es el unilateralismo de los ideólogos progre) y a la universalización de la democracia liberal en versión posmoderna– “han manejado mucho mejor la crisis” que los países con gobiernos soberanistas, encabezados por líderes “populistas” como Bolsonaro o Trump. ¿Será así?
Revisemos el caso del primer país en rebelarse contra la ecumene globalista de Clinton, Bush y Obama: la Rusia de Vladímir Putin, el decano de los soberanistas. Al 13 de abril, Rusia tiene muchos menos fallecidos (148) que la “modélica” Alemania (3,030). Hay en Rusia casi 120 veces menos muertos que en España, 140 veces menos muertos que Italia y 100 veces menos que Francia. Aun si admitimos que el muy maquiavélico Kremlin es capaz de maquillar cifras y hacer mises-en-scene mediáticas (no tantas como las del régimen vizcarriano, claro está), lo cierto es que en la Federación Rusa se respira tranquilidad, no hay cuarentena estricta ni estado de emergencia, solo unas vacaciones generales adelantadas y un llamado a tomar medidas restrictivas voluntarias. Incluso las iglesias ortodoxas han permanecido abiertas y los fieles han seguido comulgado con la tradicional cucharita litúrgica del rito bizantino, pero ahora descartable. No hay muertos en las calles, pánico general ni servicios de salud colapsados.
El diario El País, sin embargo, anuncia hoy que el futuro de Putin es sombrío: su popularidad ha descendido trágicamente del 67% al 60% y “no ha aparecido tanto” en los medios “liderando” la crisis, como otrora en crisis anteriores(1). Lo cierto es que los muy globalistas Sánchez y Conte envidiarían tal desgracia.
Veamos ahora el caso de Polonia, la brava nación católica centroeuropea, que actualmente padece la hostilidad de los liderazgos de la Unión Europea (tanto de su rama caviar franco-mediterránea como de los cancerberos germánicos de Frau Merkel) e incluso de la misma Rusia. Polonia, con una cuarentena semejante a la alemana, tiene 245 fallecidos, doce veces menos muertos que al otro lado del Oder. Más aún, mientras la “modélica” Alemania prohibía todas las reuniones de más de tres personas, incluidas las religiosas (lo que obviamente no se cumplió de facto en algunas mezquitas, ante la mirada “comprensiva” de la policía), y Polonia permitió las reuniones religiosas con ciertas restricciones. La Iglesia católica polaca estableció confesionarios drive-in, multiplicó las misas para que la menor densidad de feligreses impidiera el contagio y el Domingo de Pascua se levantaron algunas restricciones de número y los católicos pudieron cumplir con el precepto de la comunión pascual sin mayor problema. La diferencia entre los rusos, los polacos y nuestros jerarcas eclesiásticos locales parece ser que mientras unos tienen fe, los otros parecen ser meros panelistas de canal 7, cuya principal función es “evangelizar” a las personas en el arte de lavarse las manos y dar consejos profanos de salud pública.
Semejantes resultados exitosos parece haber tenido también la Hungría de Orbán. ¿Cuál ha sido la razón de estos buenos indicadores? Parece ser que cerrar las fronteras pronto –contra la opinión de la Organización Mundial de la Salud, que desaconsejaba fuertemente esa medida(2) – en países que ya tenían un estricto control de migratorio ha sido uno de los factores que explican estos éxitos.
En lo que respecta a Trump, no se le puede achacar exclusivamente a él la confusión o demora en lidiar con la pandemia, pues aun para fines de febrero e inicios de marzo connotadas autoridades demócratas como la presidenta de la cámara representantes Nancy Pelosi visitaban el Chinatown de San Francisco y exhortaban a que las personas se congreguen en grandes números ahí pues “todo estaba bajo control”(3). Incluso el alcalde demócrata de Nueva York, Bill De Blasio hablaba de un coronavirus scare infundado y exhortaba a los neoyorquinos a ir a restaurantes, salir a las calles e ir al cine, negándose incluso a cerrar las escuelas(4). Así que la culpa debe ser generosamente repartida. Cabe señalar que los estados más afectados son viejos feudos demócratas.
Existen, evidentemente, toda clase de factores que han contribuido al combate exitoso del coronavirus, que inciden en lo climático incluso, pero lo que podemos señalar con toda seguridad es que la Organización Mundial de la Salud ha fracasado estrepitosamente en esta tarea(5), convirtiéndose en un cómplice de China en su campaña mortal de desinformación y dando consejos contradictorios y a veces peligrosos. Como dijo el vicepremier japonés Taro Aso, debería llamarse a partir de la fecha “Organización China de la Salud”(6). Así que nada sería más absurdo que plantear, como Gordon Brown o Henry Kissinger insinúan, un estado mundial con tales organismos mundiales. Pero lo triste es que en nuestro país, los paniaguados de esta y otras organizaciones similares acaban pasando por “expertos científicos”. O tempora, o mores!
1 El País, «Putin solo quiere dar buenas noticias”, 13 de abril de 2020, https://elpais.com/internacional/2020-04-12/putin-solo-quiere-dar-buenas-noticias.html
2 Reuters, “WHO chief says widespread travel bans not needed to beat China virus”, 3 de febrero de 2020, https://www.reuters.com/article/us-china-health-who-idUSKBN1ZX1H3
3 NBC Bay Area, “Nancy Pelosi Visits San Francisco’s Chinatown Amid Coronavirus Concerns”, 24 de febrero de 2020, https://www.nbcbayarea.com/news/local/nancy-pelosi-visits-san-franciscos-chinatown/2240247/
4 Washington Examiner, “De Blasio haunted by weeks-old tweet urging people to 'get out on the town despite coronavirus'”, 25 de marzo de 2020, https://www.washingtonexaminer.com/news/de-blasio-haunted-by-weeks-old-tweet-urging-people-to-get-out-on-the-town-despite-coronavirus
5 Hinnerk Feldwish-Drentrup, “How WHO Became China’s Coronavirus Accomplice”, Foreign Policy, 2 de abril de 2020, https://foreignpolicy.com/2020/04/02/china-coronavirus-who-health-soft-power/
6 Revathi Krishnan, “Rename WHO as Chinese Health Organization: Japan slams UN body for ‘giving into China’s spin’”, The Print, 2 de abril de 2020, https://theprint.in/world/rename-who-as-chinese-health-organization-japan-slams-un-body-for-giving-into-chinas-spin/393961/
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