Iván Arenas

¿Gana la izquierda “caviar” con la crisis?

Es la responsable de la polarización fujimorismo-antifujimorismo

¿Gana la izquierda “caviar” con la crisis?
Iván Arenas
14 de febrero del 2018

 

En la ciencia política se suele decir que un “momento populista” se abre cuando las instituciones no pueden absorber las demandas populares. Casi siempre este “momento populista” deviene de una crisis económica profunda. El intelectual y el politólogo suelen también mirar con desdén y quizá con atrevimiento estos “momentos populistas”. ¿Puede ser la crisis económica la única ventana para que la izquierda “caviar” gane territorios?

No obstante en el Perú ha sucedido un fenómeno que podría ser un caso de estudio para la politología, porque si bien la izquierda denominada “caviar” no ha ganado las elecciones (casi siempre ha ganado el centro) se dio la maña para influir en las decisiones gubernamentales durante el toledismo, el humalismo y ahora con PPK ¿Por qué la izquierda caviar avanza y gana en la guerra de posiciones si no hay una crisis económica?

Si bien en el Perú, a pesar de ralentización de la economía, no existe una crisis económica profunda, sí existe una crisis en el espacio público y en la política. La paradoja es que el mercado gana y lo político se derrumba. ¿Cómo así? Desde la denominada “transición paniaguista” la izquierda caviar ha podido desplegar y desarrollar una polarización fujimorismo - antifujimorismo, haciendo de la gobernabilidad un verdadero rompecabezas. De allí por ejemplo, que la izquierda caviar haya alentado el antifujimorismo en el Gobierno pepekausa hasta el punto de evitar un acuerdo entre dos fuerzas promercado como Fuerza Popular y Peruanos Por el Kambio.

Es decir, como es casi imposible una crisis económica que asiente el “momento populista”, la izquierda “caviar” ha desarrollado otra crisis: la crisis de la política, Para ello ha separado en dos bandos irreconciliables a las dos fuerzas promercado (ejecutivo y legisltivo), impidiendo —vale repetirlo— una posible convergencia entre agrupaciones políticas cuyas diferencias en aspectos económicos son mínimas. Ahora bien, estimado lector, es casi una verdad más grande que una catedral que la izquierda caviar se siente cómoda en los puestos estatales. En todo caso es legítimo que así sea. ¿O no?

En esa línea, si se sigue desarrollando la estrategia de esta polarización fujimorismo- antifujimorismo, ganará siempre el centro. Humala o PPK, quizá los dos gobernantes que expresan lo más puro del antifujimorismo así lo demuestran. En todo caso, de allí también el asomo de Julio Guzmán en las encuestas, un personaje que apela al antifujimorismo.

Quien pierde con esta estrategia es la otra izquierda, la izquierda no caviar y no limeña, que debe desarrollar otra estrategia lejana al enfrentamiento fujimorismo-antifujimorismo, que ha llevado al Ejecutivo a los centristas. Es claro que el antifujimorismo justifica todo, incluso que tengamos a un presidente con serios indicios de “puertas giratorias” a favor de empresas brasileras. Pero valgan verdades, si la izquierda caviar sigue apelando a la estrategia del “anti” solo conseguirá que el centro gobierne; un centro que siempre acaba mal (basta ver a Humala y PPK). Una posición bastante cómoda para la zurda, que sobrevive en los puestos del Estado. Se nota entonces que la izquierda “caviar” no tiene un programa de gobierno para el país. ¿Podrá liberarse la izquierda no caviar y no limeña de esta estrategia fatal?

 

Iván Arenas
14 de febrero del 2018

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