Daniel Córdova
¿Gabinete de lujo?

Hemos escuchado demasiado aquello de “presidente de lujo”, “gabinete de lujo”, “ministro de lujo”, últimamente. La verdad es que hay motivos para congraciarse por la calidad humana y profesional del Presidente que nos ha tocado, así como del Premier que ha escogido (puedo afirmar lo mismo de los otros ministros que conozco). Pero me temo que el mote no sirve. Al igual que con la selección peruana de fútbol, no necesitamos de “lujos” para meter goles. Necesitamos visión, liderazgo y eficiencia, como anotábamos en nuestra nota anterior. Ahora, que ya tenemos gabinete, conviene resumir los retos que tenemos por delante.
El Ministro de Economía tendrá que decidir si quiere seguir a sus antecesores como un mero Ministro de Hacienda o si considera importante ser proactivo para acelerar inversiones. El Ministro de Relaciones Exteriores y el Ministro de Comercio Exterior tienen entre sus retos fortalecer nuestra diplomacia económica que en el mundo que vivimos es la más importante. Somos muy débiles para colaborar con el sector privado exportador y para atraer inversiones en comparación con nuestros pares.
¿Se quiere fusionar Vivienda con Transportes y Comunicaciones para crear un super Ministerio de Infraestructuras? Ojalá que no se cumpla este sueño teórico y se impulse con todo los cuatro rubros de inversión que contienen –dos por ministerio- sobre la base de un planeamiento territorial hoy inexistente: transportes, comunicaciones, vivienda y agua y saneamiento.
¿Estará el Ministro de Agricultura en capacidad de destrabar la inversión en infraestructura de Riego y lograr que la agro-exportación vuelva a crecer? ¿Podrá el Ministro de Energía y Minas implementar una estrategia para que los conflictos sociales y la tramitología “desparalicen” el sector? ¿Continuará con éxito las mesas de trabajo público – privadas y el programa de diversificación productiva el Ministro de la Producción? ¿Dinamizará la pesca para consumo humano?
El Ministro de Trabajo deberá enfrentar el populismo para flexibilizar las normas laborales que impiden la formalización y le restan competitividad a las empresas. El Ministro de Educación, tan justamente alagado, deberá incluir en su agenda el tema de la infraestructura que Pronied no ha sido capaz de dinamizar. La brillante Ministra de Salud tendrá que enfrentar problemas mundanos como la modernización de los hospitales y las demandas sindicales de médicos que trabajan cuatro horas diarias. El Ministro de Cultura tendrá que estar en capacidad de poner en valor nuestro activo cultural sin ponerle trabas excesivas a la inversión.
El Ministro del Interior tiene un reto enorme para combatir la creciente inseguridad y la corrupción en el sector. La Ministra de Justicia tiene la responsabilidad de renovar la infraestructura del INPE y hacer una reforma definitiva en el Poder Judicial. El Ministro de Defensa deberá modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas con un presupuesto esperamos limitado.
La Ministra de Ambiente tendrá que lidiar con ambientalistas radicales sin ponerle trabas a la inversión. La Ministra de Inclusión manejará un gran presupuesto esperemos mejorando la calidad y el alcance de los programas sociales. Y la Ministra de la Mujer tiene una agenda de género por delante, en el marco de una realidad en la que la violencia contra la mujer sigue impune en gran parte del país.
¿Y el Premier? Pues articular todo esto y darle un sentido político y de desarrollo. Sin lujos, Con trabajo y habilidad gerencial. Para que PPK termine con olor a triunfo, a diferencia de sus antecesores.
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