¿Es Rafael Rey el Bolsonaro peruano?

La semana pasada estuve en Cusco, con los estudiantes de la Universidad San Antonio Abad, para organizar un Fórum sobre la “Renegociación del contrato del Gas de Camisea”. Mientras debatíamos los detalles del evento, uno de ellos dijo: “Mejor hagamos una conferencia sobre el adelanto de elecciones y remecemos el Cusco y ponemos el tema en la agenda nacional”. En la reunión participaban varios estudiantes danzantes del señor de Quyllurit'i (del quechua qoyllur ritti, “lluvia de estrellas”) y de la Mamacha del Carmen, y al unísono dijeron: “Del Cusco debe salir el Bolsonaro para acabar con la corrupción y el relativismo moral que tanto daño le hace a nuestro país”.

Les pregunté: ¿Ustedes creen que el Perú necesita un Bolsonaro, no fue suficiente con el populismo autoritario de Alberto Fujimori? David, estudiante de derecho, me respondió: “Soy evangélico y el fujimorismo no defiende con firmeza los valores cristianos que profesamos la mayoría de peruanos. Nosotros combatimos la ideología de género que el gobierno de PPK y Vizcarra, con sus aliados izquierdista, quieren imponer en los colegios. Condenamos el aborto y no estamos de acuerdo con el matrimonio homosexual. Además el fujimorismo tampoco defiende con convicción la economía de mercado y siempre anda coqueteando con posiciones populistas. Y el Perú necesita un movimiento político limpio”.

Felipe, estudiante de antropología y simpatizante de izquierda dijo: “La izquierda que apoya esa agenda supuestamente progresista es la los caviares de Nuevo Perú y el Frente Amplio. La izquierda cusqueña defiende los valores de la familia que nos han enseñado nuestros padres. Es más, si hubiese un candidato como Bolsonaro en Cusco, arrasaría porque nuestra región ha sido destruida por la corrupción de la izquierda en todas sus versiones”.

Ana Belén, estudiante de Arquitectura dijo: “Es mentira que Bolsonaro sea misógino. Más del 50% de brasileñas votaron por él. Y María Guadalupe, estudiante de medicina, dijo apasionadamente: “Esa es la propaganda del cartel mediático limeño que solo piensa en quién le garantiza la publicidad estatal para seguir enriqueciéndose”.

Todos los estudiantes reunidos se definían como liberales y abiertamente a favor de la economía de mercado. Y me llamó la atención que también se reconozcan conservadores radicales en lo social y religioso. Muchos de ellos decían que la corrupción se generaliza por la falta de valores en los medios de comunicación, por la informalidad del Estado y sobre todo por el “egoísmo de la clase política, que no hace nada por cambiar el país, por eso necesitamos un pata como Bolsonaro, honesto, limpio y sin miedo. Y tendrá el apoyo de millones de peruanos”. Arturo, estudiante de Economía dijo: “Mientras la izquierda brasileña gastó más de 34 palos gringos en cambio la campaña de Bolso, se recolectó un palo gringo puesto por la gente”. Esa es la diferencia con la izquierda de doble rasero en Latinoamérica.

“¿Quién es el Bolso peruano?”, les pregunté. Jesús, biólogo dijo: “Sin dudas Rafael Rey, porque defiende con convicción todo lo que creemos los cristianos (católicos y evangélicos). Además cree en el libre mercado, es un hombre honesto y no tiene miedo a decir lo que piensa. Y deberíamos pedirle que sea candidato a la presidencia de todas las organizaciones católicas de base y evangélicas. Como en Colombia y Brasil, debemos derrotar a la izquierda y su agenda gay. Además defiende a los militares que acabaron con los tucos y nos dieron la paz”.

En el Perú se está consolidando una mayoría sociológica conservadora en lo social, que instintivamente plantea la alianza entre ricos y pobres, y que busca ansiosamente quién los represente con un discurso anti establishment. La pregunta es: ¿quiere Rafael Rey defender los valores cristianos y la economía de mercado como piden los universitarios cusqueños?