Hugo Neira
Dos siglos de pensamiento de peruanos
Nuevo libro de ensayos publicado por la Universidad Ricardo Palma
Un libro sobre dos siglos de pensamiento de peruanos sobre el Perú, mi libro, ha sido presentado en la tarde del jueves 23/9 en el auditorio del Centro Cultural Ccori Wasi de la Universidad Ricardo Palma que queda en la avenida Arequipa, a dos cuadras del Óvalo de Miraflores y el ingreso al Parque Kennedy. Dicha universidad tiene en ese lugar una amplia sala de exposiciones, una librería y un auditorio de 240 plazas para sus actos culturales. Ese día, precediendo la presentación del libro, hubo también un acto solemne en el que se me confería una distinción de Doctor Honoris Causa, con lo cual dicha universidad me «incorporaba a su comunidad académica», como dice María del Pilar Tello, en columna que aparece en el diario Correo del sábado 25/9. Por el trabajo sobre ese libro, «bien ganado y con mucho lustre,... no deja de asombrarnos con su fecundidad intelectual y su lucidez de sabio tranquilo». En su artículo, María del Pilar Tello también toma en cuenta lo que dijeron dos de los comentaristas, Max Hernández y Carlos Meléndez. El psicoanalista «Max Hernández consideró que esa obra era de afectos y amores por el Perú». Porque yo había dicho «que el mosaico que es nuestra vida y cultura, mostraba la riqueza de la gran civilización que somos». Y Carlos Meléndez, «la ve como una obra de curadería del talento».
Cuando me tocó hablar, mis primeras palabras fueron de agradecimientos. No porque era el ritual convencional sino por la paciencia que terminara mi trabajo. Es un libro enorme, va hasta las 666 páginas. La idea de un texto con los más grandes pensadores peruanos era buena para este Bicentenario del Perú, una idea en la que coincidimos con el Rector Iván Rodríguez. El libro trae textos de 82 pensadores, es una obra de compilación. Y también di públicamente mi agradecimiento al doctor Ramón León, Jefe de la Editorial, y a sus colaboradores, en especial al diagramador, Alberto Caso. Por una razón: muchas veces hay libros grandes pero mal editados, esos pobres libros que pierden sus páginas. No será el caso de Dos siglos de pensamiento de peruanos, tiene un buen lomo, las tintas son fuertes y la diagramación distingue bien cuando habla un autor y cuando el que ha articulado el trabajo. El ojo del lector tendrá el beneficio de leer, por ejemplo, a Manuel González Prada, y seguido al compilador y comentarista sin confundirlos.
Debo decir pues que en algunos tramos aparece mi pluma y por qué. En dos siglos, las corrientes intelectuales y políticas cambian enormemente. Como sabemos, en los colegios privados o escuelas públicas, no se ha educado en el conocimiento, entonces, para ayudar al joven lector, hay momentos que intervengo para explicar la filosofía de un jesuita, o las reformas borbónicas que fue otra de las causas para que los peruanos tomaran distancia de España, o que eran los liberales, los escritores en el inicio del siglo XX, que hemos llamado «los novecentistas», y los cambios de una generación a otra, como lo fue con los pensadores de los años 70 del siglo XX. Y que el lector entienda cómo viene con Don Manuel Prada, el fundador del pensamiento libre y crítico.
La selección de los textos no ha seguido dogmatismo alguno, izquierda o derecha. No nos ha interesado si lo uno o lo otro. Aquí está el texto de Riva-Agüero, conservador, pero gran historiador. Sobre el fin del siglo XX, hay una fertilidad de pensadores que tienen una mirada muy distinta: psicoanalistas, antropólogos, políticos y politólogos, sociólogos, filósofos, lo que cuenta es que se les conozca, que se lean sus ideas. Hay muchos problemas que tienen soluciones en estos textos admirables y con una gran voluntad de decir qué es lo que nos detiene y nos separa. Pensadores que son gente que nos advierten el difícil e imprevisible siglo XXI.
La selección de tantas cabezas lúcidas para este libro ha sido, para mí, un trabajo enorme. He contado, en la presentación, que hacía muchos años que me trotaba en la cabeza, tratar la historia intelectual de los peruanos. Fue en la ocasión de un viaje al Asia. Fuimos a China en vida de Mao, yo y Raúl Vargas. En los días de Velasco. Teníamos cargos muy altos, y el caso es que los chinos nos trataron muy amablemente. Pedí poder llegar al Tíbet, quería conocer ese país religioso. Me lo permitieron. Pocas personas llegan a Lhasa. Luego pedí otro país asiático para regresar a las Américas: detenernos en Japón. Raúl regresó con prisa a Lima. Y en Tokio, compré un libro con los principales pensadores que transformaron Japón. El libro lo he tenido durante decenios. Y les enseñé, esa noche lo que me había inspirado. Los que piensan y luchan por sus ideas son los que hacen los pueblos. Que los jóvenes entiendan que las ideas vienen porque se necesita proyectos, y un pueblo sin conocimientos no se puede gobernar él mismo. La ignorancia es nuestra peor calamidad. El poder no es el dinero ni las armas sino la cultura. Los libros nos hacen pensar y manejar el caos que nos rodea. Con conceptos. Como ocurre para examinar a un enfermo. Se tiene que descubrir la enfermedad que nos retarda como nación.