Juan Carlos Valdivia

Desequilibrio de poderes

Hoy no existen contrapesos al poder presidencial

Desequilibrio de poderes
Juan Carlos Valdivia
16 de octubre del 2018

 

La idea en el sistema republicano es que exista un contrapeso de poderes. El presidente de la República es controlado por el Parlamento, y ambos pueden ser controlados por el Poder Judicial. Al interior del Parlamento cuando no hay dos cámaras, se buscan mecanismos de autocontrol. En el Poder Ejecutivo los ministros se convierten en el primer control del presidente de la República.

Lo que viene sucediendo en nuestro país, es un fenómeno que merece ser revisado con detenimiento. Poco a poco, y sin medidas estridentes, el presidente Vizcarra se ha ido quedando sin controles, y ello configura un riesgo para el sistema democrático. El Presidente no pertenece a un partido, y sus ministros tampoco. No tienen que rendir cuentas ante ninguna colectividad política. Como lo han informado en su momento, las más importantes decisiones tomadas por el Ejecutivo han sido decididas por el presidente Vizcarra y comunicadas posteriormente a sus ministros. Son técnicos que no parecen tener interés en lo político. El primer control de un Presidente, sus ministros, es inexistente.

Como lo ha demostrado el proceso de reforma constitucional, el Congreso tampoco puede ser un contrapeso al Presidente. Vizcarra les impuso textos y plazos para la reforma constitucional, y los parlamentarios acataron. Y cuando el presidente Vizcarra se dio cuenta de que le habían puesto situaciones que no aceptaba, simplemente dijo que había que votar en contra de lo decidido por el Parlamento. El Legislativo ha perdido tanto peso que la líder de la oposición ha terminado presa. Y mientras tanto, el presidente Vizcarra sigue incrementando su popularidad.

El presidente Vizcarra ha impuesto también su referéndum. Se supone que, por tratarse de un proceso de reforma constitucional, los ciudadanos deberíamos ratificar o rechazar el texto de las reformas aprobadas por el Congreso. El presidente Vizcarra ha decidido que no sea así, y que la consulta sea sobre las preguntas que a él le parece debamos contestar. El Jurado Nacional de Elecciones y el Congreso han aceptado que así sea, aunque al final la reforma quede algo coja.

Es bueno que la ciudadanía respalde a sus gobernantes. Es positiva la alta aprobación del presidente Vizcarra, pero es negativo que los contrapesos del poder presidencial se hayan debilitado o esquiven sus responsabilidades. El poder necesita de controles. En nuestro país se está configurando una situación excepcionalmente riesgosa: institucionalidad estatal débil, inexistencia de partidos políticos en el poder y caudillismos en construcción. La irresponsabilidad de unos pocos nos está llevando hacia un punto de donde es difícil regresar.

 

Juan Carlos Valdivia
16 de octubre del 2018

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