Javier Bravo Villaran

Defendamos la peruanidad

El 8 de octubre es una fecha trascendental para el Perú

Defendamos la peruanidad
Javier Bravo Villaran
11 de octubre del 2020

El Poder Ejecutivo –en una decisión inimaginable aun para quienes lo componen, e incomprensible para la mayoría de los peruanos– ha incluido en el D.U. Nº 118-2020, dispositivo que dicta medidas extraordinarias y urgentes para reforzar la respuesta sanitaria de prevención y control del dengue en el marco de la emergencia nacional, un artículo en el que deja sin efecto el feriado nacional del jueves 08 octubre 2020.

Nadie puede sustentar la coherencia del gobierno cuando el ministro de Comercio Exterior y Turismo declaró (en RPP, el 17 de septiembre) que para promover el turismo interior darían los viernes libres al sector público, y que estaban evaluando lo propio para los privados. Por su parte, el titular de Defensa (programa Cara a Cara de TV Perú, del 1 octubre), consideró que laborar el 8 de octubre va a tener algún efecto que contribuya a salir de ese 12% de depresión del PBI y mover a los estándares de reactivación económica en el país. Una declaración en la que se arroga la representación de la Marina de Guerra para hablar a nombre del Gran Almirante Miguel Grau, hecho que repudio como oficial Almirante, pues no es un tema de naturaleza propia de su función interpretar a los héroes de la patria sobre actos administrativos del gobierno en función.

En la cultura mestiza y occidental de nuestra sociedad está inscrito desde casi dos siglos atrás que en dicha fecha se conmemora el aniversario de la creación de la Marina de Guerra. Y desde hace 141 años, el aniversario del Glorioso Combate Naval de Angamos y la inmolación del Gran Almirante Miguel Grau, con la tripulación del legendario monitor Huáscar. Son hechos que están grabados en el corazón y la mente de los peruanos sin excepción.

A lo que sí favorece esta medida, sin duda alguna, es a la corriente occidental del globalismo neomarxista, que influye en el Perú a través de sus empleados-seguidores que trabajan para el aparato público. Principalmente en el Poder Ejecutivo y en el Poder Judicial, la academia, los medios de comunicación, las redes sociales, las organizaciones de la sociedad civil, etc., que buscan implantar un Nuevo Orden Mundial (NOM).

Para ello, desde décadas atrás tratan de debilitar el estado-nación y a las instituciones que lo sostienen (como las Fuerzas Armadas), pretendiendo destruir a la familia, sus creencias, tradiciones, usos y costumbres, y hasta a nuestra identidad nacional y local. A la vez buscan sustituirlos por un gobierno mundial entrelazado con organizaciones de la sociedad civil no gubernamentales (oenegés), consolidar fuerzas armadas regionales y guardias nacionales para la seguridad interna de los espacios terrestre, acuático y aéreo, desacralizar nuestras creencias, banalizar las ancestrales tradiciones peruanas e implantar el cosmopolitismo. Es decir, fomentar entre los peruanos la identidad de ciudadanos del mundo, y no del lugar donde nacimos o nos criamos.

Esta decisión del Gobierno evidencia su naturaleza y la perversa influencia de quienes propician el NOM. Además se hace evidente su desesperación, al pretender mellar la trascendencia de Grau; algo imposible, ya que él personifica a todos los peruanos de todas las generaciones por su vida ejemplar y por los principios y valores con que desempeñó sus roles como hijo, hermano, marinero, ciudadano, padre, político defensor activo del orden constitucional, gran estratega de la guerra naval y precursor del derecho internacional humanitario de la guerra en el mar. Por todo ello ha sido reconocido como uno de los grandes paradigmas de la peruanidad.

 

Javier Bravo Villaran
11 de octubre del 2020

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