Iván Arenas
Correlación de debilidades antes de 28 de julio
Ejecutivo y Congreso están sin fuerzas al culminar su primer año

La administración Castillo empieza a reorganizarse. El 28 de julio será una fecha clave, pues entonces sabremos lo que realmente busca Castillo. Aunque podemos intuir lo que no busca: la vacancia. Castillo está debilitado, sin capacidad ni legitimidad para desarrollar la promesa de una nueva asamblea, no hay posibilidades por ahora. Pero debilitado y todo, es el presidente, y eso es bastante.
La denominada oposición tampoco tiene la suficiente legitimidad para ejecutar un plan de vacancia. En la oposición congresal, o eso que se llama oposición, nadie ha vuelto a mencionar la palabra vacancia desde hace casi más de un mes. Y eso es bastante.
Ni la oposición ni el Ejecutivo tienen fuerzas. Esto se parece más a una correlación de debilidades.
Cerrón se juega una última oportunidad para llegar a un acuerdo con su presidente. En política uno nunca negocia desde la amistad. Cerrón y Castillo son aliados, qué duda cabe, y su dialéctica es enfrentarse para continuar. No hay titiriteros. Cerrón no es un portero, pero tampoco el que manda.
De pronto surge una “iniciativa ciudadana” para adelantar elecciones. Pero ni el Ejecutivo ni el Legislativo se quieren ir. Ambos se miran y dicen que mejor se vaya el otro. La promoción de esta propuesta de adelanto de elecciones ahora está enmarcada en quién liderará la Mesa Directiva del Congreso.
Castillo podría construir un bloque no vacador con Alianza por el Progreso, Somos Perú y algunos congresistas de Acción Popular, aunque sin garantías. Pero lo sostendría en la medida de lo posible, ante las denuncias e investigaciones que vendrán.
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