Colegio de Ingenieros ataca a la nueva carretera central

En conferencia de prensa, los directivos del Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Departamental de Lima repitieron argumentos, según ellos, demoledores contra la nueva carretera central. Dijeron que el proyecto en ejecución, denominado Corredor Verde, aprobado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, no debería construirse por adolecer de fallas técnicas. 

Para ellos la controversia no ha concluido. Insisten en desprestigiar el nuevo trazado aprobado y, entre líneas, cuestionan la actuación de los técnicos del sector Transporte. Intentan subvertir el orden institucional con argumentos insostenibles, fuera de todo razonamiento y desconectados totalmente del anhelo de los pobladores del centro del país. En el mejor de los casos, se trataría de un capricho humano, en lugar de la defensa de la verdad. Los mal pensados sugieren lo peor: alguien perderá una fuerte cantidad de los millones destinados a la obra, entregados a la Oficina de Gestión de Proyectos (PMO) de Francia por convenio de Gobierno a Gobierno. Veamos.

El Corredor Verde, saliendo de Huancayo, nace después de La Oroya, para ser utilizado por viajeros y productores provenientes de Ucayali, Huánuco, Pasco, Chanchamayo, Satipo, Huancavelica y otros lugares del centro. Llegará directamente a Lima, a un desvío de tres rutas en Huaycán: una hacia Lima, por la actual carretera central; otra hacia el norte, hacia el futuro puerto de Chancay, pronto el más importante del Pacífico sudamericano; y la tercera hacia Cieneguilla, para desde allí entrar a Lima. El Anillo Vial Periférico proyectado para Lima encaja como guante con el Corredor Verde. Cruzará la carretera Ramiro Prialé, carretera Central y Circunvalación. ¿Esto no previenen los ilustres miembros del Colegio de Ingenieros de Lima? 

Por su lado, el Colegio hace suya –aunque lo niega– una ruta que, saliendo de Huancayo, nace antes de La Oroya, dejando fuera a las otras regiones centrales. Y lo peor, no llega directamente a Lima, sino a La Chutana (San Bartolo, Cañete), 60 kilómetros más lejos de la capital. Los especialistas en transportes señalan que esta vía congestionará aún más la intransitable Panamericana Sur, haciéndola potencialmente más peligrosa. 

Para la ministra del sector Transporte, Paola Lazarte, “el trazo la Chutana no existe, no será viable y no obtendrá las autorizaciones respectivas debido a que pasa por la reserva paisajista Nor Yauyos Cochas y su zona de amortiguamiento”. Con esta declaración, la controversia tendría que finalizar. Pero no, heridos en su orgullo, los directivos del Colegio de Ingenieros movilizan los medios a su alcance. Sus periodistas utilizan argumentaciones políticas en lugar de ingenieriles. Sin medir sus palabras, han señalado que un “festín de corrupción que avanzaba en la oscuridad y con asombrosa rapidez” ha originado la nueva carretera central. Desconocen los innumerables trazos que por décadas se estuvieron estudiando. 

Actualmente, los encargados del Corredor Verde realizan talleres en las comunidades por donde pasará la nueva vía. Buscan generar consensos para obtener los permisos correspondientes y la necesaria “licencia social”. Por su lado, quienes impulsan La Chutana organizan conferencias de prensa con portátil incluida, como si fuera un acto político. Asimismo logran declaraciones y documentos de autoridades y representantes sociales, como cámaras de comercio, poniéndose de su lado.

El ex presidente regional de Lima, Nelson Chui aparece muy campante asumiendo la paternidad de la idea llamada La Chutana. Más adelante veremos griteríos de unos contra otros solo porque el dichoso Colegio de Ingeniero del Perú se resiste a acatar la decisión del Ministerio de Transportes. “Estamos a tiempo”, dicen entre ellos.

Sí pues, abusando de su rectoría en cuestiones técnicas, la directiva del Colegio defiende un trazo inexistente, inviable y absurdo desde todo punto de vista. Pretende subvertir el orden institucional. Se niegan a aceptar su derrota. No nos quejemos entonces de los Castillo, Cerrón, Bermejo, Chávez, Torres y de otros extremistas izquierdistas cuando intenten subvertir el orden constitucional.