¿Camino hacia el abismo?

La alerta roja encendida una vez más por el Presidente del Instituto Peruano de Economía, Roberto Abusada, en su prestigiosa columna de ayer en El Comercio (“La economía en coma”) comienza presentando la proyección del Banco Mundial sobre el lamentable récord sanitario y económico logrado por el Gobierno en el manejo de la pandemia del COVID 19: una contracción del 12% del PBI (el IPE lo anticipa en 15%) que supera la de países solventes y bien administrados como Colombia o Chile, e inclusive a uno tan cercano a la bancarrota como Argentina*. Después de afirmar que “…resulta imperdonable aceptar que la caída sea descomunal en comparación con la que sufrirán nuestros vecinos”, se pregunta “¿Quién es responsable de esta calamidad?”. ¿A quién culpar de lo que diagnostica como un “coma inducido”? 

Frente a la catástrofe económica en proceso resulta imperdonable aceptar que la caída del Perú sea descomunal en comparación con la contracción menor que sufrirán nuestros vecinos, dice Abusada, antes de formular dos preguntas impactantes:

 - “¿Cómo explicar, por ejemplo, que ya en abril la minería mostrase una caída de más del 42% cuando esa (misma) actividad en Chile o Australia viene mostrando un crecimiento sostenido?”; y

- ¿Quién es el responsable de haber permitido que el Ministerio de Salud haya neutralizado (por la írrita vía reglamentaria) el Decreto Supremo 101-PCM que dispone reactivar los sectores de la Fase 2, tan pronto presenten su protocolo sanitario? 

Ante evidencias tan fuertes es ineludible preguntarse si el progresivo descalabro de la economía nacional puede ser fruto de la inocente casualidad o si, por el contrario, la acción del gobierno sigue un plan preconcebido y una estrategia político-ideológica definida. 

Esta incómoda interrogante me recordó un artículo que escribí cuando se difundió el arreglo subterráneo del Presidente Vizcarra con el Gobernador de Arequipa para liquidar el emblemático proyecto minero Tía María: “El peligroso asesor político del Presidente” (https://www.lampadia.com/analisis/politica/el-peligroso-asesor-politico-del-presidente/). 

Trata del consultor peronista Maximiliano Aguiar, cuya tesis capital es el “posicionamiento permanente”. El asesor recomienda firmemente a sus clientes políticos asumir una posición que responda a las demandas ciudadanas (populismo) y les advierte que si logran el impacto buscado no deben cambiar de posición, a fin de no destruir su posicionamiento (https://youtu.be/ctbpj3hoB20). El éxito de Vizcarra en las encuestas demuestra que el consejo de Aguiar lo benefició.

Es preocupante que, además de ser consejero de nuestro Primer Mandatario, Aguiar haya asesorado anteriormente a un ex Presidente ecuatoriano tan desastroso y radicalmente chavista como Rafael Correa. Y dado el tenebroso triunfo del peronismo en Argentina ¿sorprendería acaso que Aguiar sea un eficiente vínculo entre nuestro mandatario y el Presidente Alberto Fernandez?

La fidelidad al “posicionamiento permanente” que el asesor peronista recomienda es lo que vemos - atónitos - en el manejo político del Presidente Vizcarra, asistido por el inamovible Premier Zeballos, tan oportunamente reforzado por el Ministro de Salud. Ambos han utilizado la pandemia para imponer una dictadura sanitaria en el Estado dirigista que nos gobierna, inoculando una tendencia izquierdizante en la campaña electoral 2021, teñida por la competencia populista con un Congreso prolífico en leyes insensatas que atentan contra el exitoso régimen económico de la Constitución vigente.

Es notoria la desesperación del sector socializante que lideran Zeballos y Zamora, empeñados en controlar una reactivación económica que podría revigorizar el libre mercado que quieren coartar mediante el condicionamiento y minimización de la participación de la empresa y la inversión privadas que la Constitución garantiza.

El Presidente de la República no debe ignorar situaciones tan inquietantes para el país. Tenemos derecho a esperar que las zanje con claridad y que corrija las desviaciones ideológicas que, más de una vez, han estado a punto de quebrar al Perú y hundirlo en la pobreza, la hiperinflación, el terrorismo y el caos en el manejo de las finanzas del Estado.

*Argentina ha nacionalizado la importante empresa de cereales del Grupo Vicentín, lo que podría atizar indeseables contagios regionales (el Premier Zeballos ha propuesto reiteradamente la creación de empresas estatales). Además, Buenos Aires proyecta legislación para establecer soberanía en una zona de la plataforma continental antártica que se sobrepone a la soberanía chilena, lo que ya provocó la airada reacción de Santiago.