Mario Saldaña
¿Arranca la campaña con demagogia?

Sobre el llamado de Humala a sus partidarios a ponerse ropa de campaña
El Presidente Humala ha instado a sus huestes a ponerse “ropa de campaña”, entendemos algunos, con miras al 2016.
Desde el punto de vista del partido de gobierno, el tema tiene visos de una proactividad relegada en los últimos tiempos tras la presión en contra por la cuestionada candidatura de Nadine Heredia (que hasta donde sabemos, forma parte de los pasivos políticos en el balance personal del propio Ollanta y motivo de crítica hacia su esposa), que hoy el Jefe de Estado busca revertir por otras vías, y entendemos a base de una alianza con fuerzas amigas o no enemigas.
Desde la óptica del movimiento gobernante ello no está mal. Lo que sí viene muy mal para el Perú es el menú de medidas (o para ser más precisos, de no acciones) que acompañan este anuncio electoral.
Para empezar, ha quedado confirmado que el propósito del Gobierno de luchar contra la corrupción, no la que se viene produciendo a escala industrial y nacional (eso es mucho pedir), sino la propia, la de los amigos cercanos al régimen, como Martín Belaúnde Lossio, su compinche Orellana, ni qué decir del caso Lopez Menéses, y mucho menos admitir siquiera el error de recibir aportes de la minería ilegal en dos campañas sucesivas, es materia de preocupación para el nacionalismo. Chamba para el 2016 en adelante.
En días recientes, lo que hemos visto en el oficialismo es una secuencia penosa de “tiradas de pelota”, lavadas de mano e intentos groseros de armar cortinas de humo, como el caso de la Federación Peruana de Fútbol, en el que (otro motivo de investigación más) se ha involucrado -a pedido de la tribuna- hasta el Fiscal de la Nación.
Ni qué decir lo que nos ha de esperar en materia de inseguridad ciudadana. Esta declaratoria de campaña de Humala nos mostrará a un Urresti recargado, peleando titulares por doquier, y sacando conejos de la manga sin importar un pepino que la criminalidad nos continúe golpeando sin un plan de mediano y largo plazo.
Y bueno, en materia económica, solo me remitiré a una declaración de hace un par de días del Presidente, según el cual, pese a nuestro 2,5 o 2,8% de crecimiento este 2014 “seguiremos liderando la Región”. Mal chiste o consuelo de tontos. Sobre todo porque su ministro de Economía sabe perfectamente que las medidas anunciadas en el tercer paquete de anuncios pro reactivación, con suerte, empezarán a dar resultados en el segundo semestre del 2015. Con lo cual, la verdadera palanca pro crecimiento que es la inversión privada, seguirá lenta y pesada porque la desconfianza y las malas perspectivas que ofrece el país, con un Ejecutivo con modorra, dispuesto al gasto público fácil e inmediatista, y con más de la tercera parte de los gobiernos regionales abiertamente contra la inversión, hacen que la verdadera recuperación siga siendo un sueño.
Esta realidad, tras el anuncio del presidente, solo puede ser disfrazada con demagogia y populismo.
Por Mario Saldaña (@msaldanac)
6 - nov - 2014
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