Aldo Llanos
¿Ahora sí el Opus Dei “ha muerto"?
Post Aquas. Ni víctimas ni culpables de castigos.
En Roma se suele emplear dicha frase cuando al final del verano llueve y se espera que esta pase para retomar las actividades. Y esto puede reflejar con claridad lo que está sucediendo y lo que va a suceder con la Obra en los siguientes meses.
Quizás muchas personas de buena voluntad y que desconozcan cómo se procede en la Iglesia Católica a nivel jurídico se verán sorprendidas y alarmadas por algunos titulares y posts que ven en el motu proprio de hoy (sobre las prelaturas personales), un "ataque que busca destruir la Obra" o "un golpe merecido por su acumulación de poder".
Pues ni lo uno ni lo otro. Y más bien los miembros de la Obra deben resistir a la tentación de sentirse víctimas o culpables de castigos, perdiendo la paz; lo mismo que verlos así quiénes no lo son y que están inquietos por lo que se dice en redes sociales.
Lo que estamos viendo es una adecuación jurídica dentro del marco de la Constitución Apostólica "Predicate Evangelium", que busca mejorar la organización de la Iglesia Católica y que, para las prelaturas personales como el Opus Dei, devino en la Carta Apostólica "Ad charisma Tuendum" del 2022. En esa línea, el Motu proprio de hoy, modifica los cánones 295 y 296 centradas en torno a una discusión de carácter jurídico que podemos resumir en la siguiente pregunta: ¿pueden ser los laicos miembros o no de pleno derecho dentro de una prelatura personal?
Aquí está el meollo del asunto. Para algunos canonistas no, para otros sí (tal y como lo entiende la Obra), de acuerdo a cómo se interprete el concepto de "cooperación orgánica" en el Código de Derecho Canónico.
Debemos recordar que, por ese motivo, Papas como Pío XII, Juan XXIII, o Pablo VI no se apresuraron a erigir al Opus Dei como Prelatura personal sin que eso significara poco aprecio, sino todo lo contrario, tal y como está ampliamente documentado. O que notables teólogos como Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), en un inicio pensaran que los laicos no podían formar parte de una prelatura personal cambiando de parecer con los años. La cuestión es parte de un debate jurídico que, por lo visto, aún no ha terminado y que se espera pueda culminarse en el trabajo conjunto.
Lo que se busca, además, es que quede claro jurídicamente que un laico de una prelatura personal no puede abstraerse de su propia diócesis, cosa que, en la práctica, los fieles de la Obra lo entienden muy bien.
Por lo tanto, aquí no hay animadversión del Papa y quizás valga la pena recordar sus palabras en una entrevista del 18 de diciembre del año pasado, en donde dijo: "Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia. El bien que hacen es muy grande" (ABC). En ese sentido, la oficina de información del Opus Dei ha comunicado con mucho tino que la Obra "estudiará las consecuencias en el marco de los trabajos que se están realizando con el Dicasterio del Clero sobre la adaptación de los Estatutos requerida en el Motu proprio "Ad charisma tuendum", en un clima de comunión con el Santo Padre"
Pues eso. Toca seguir rezando por la Iglesia Católica, por el Santo Padre y santificarse en las cosas pequeñas y ordinarias de la vida corriente.
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