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¿Se avecina la primera derrota de Vizcarra?

Amplio rechazo a reorganización de Ministerio Público

¿Se avecina la primera derrota de Vizcarra?
Víctor Andrés Ponce
06 de enero del 2019

 

Es evidente que el presidente Vizcarra tiene un interés especial en el desenlace de la situación de la Fiscalía. Desde que Pedro Chávarry asumió la Fiscalía de la Nación, el sector de fiscales liderados por Pablo Sánchez e IDL-Reporteros lanzó la campaña que intenta vincular al Fiscal con un supuesto tráfico de influencias.  Los medios tradicionales repitieron las acusaciones sin fundamento hasta la saciedad, y llegaron a creerse sus propias leyendas. A veces así sucede en las campañas de antipropaganda.

Sin embargo, aquí lo relevante es que el jefe de Estado, contraviniendo principios constitucionales y el equilibrio de los poderes, ha exigido que el Fiscal diera un paso al costado. De lo contrario todo habría sido la guerra de IDL-Reporteros, que pretende mantener influencias en el MP, y de los medios empeñados en proteger a dueños de redacciones y amigos. La participación del Ejecutivo y la popularidad presidencial cambiaron la magnitud del problema. Los fiscales incómodos tenían que irse.

El fin de año se escribió un nuevo capítulo de la guerra contra Chávarry. El Fiscal de la Nación, creyendo que las insubordinaciones funcionales de Rafael Vela y Domingo Pérez eran asuntos que se resolvían con leyes orgánicas, códigos y procedimientos, no les renovó funciones en el caso Lava Jato. Chávarry olvidó que todo era una guerra política: desde las campañas en su contra hasta las absurdas acusaciones de Pérez contra él. Todas las tormentas se desataron sobre el Fiscal.

En un acto extraño e inexplicable, Vizcarra suspendió su viaje a Brasil, a la transmisión de mando del presidente Bolsonaro, para “liderar la lucha contra la corrupción”. El jefe de Estado regresó y horas después caminó  hasta el Congreso llevando el proyecto de reorganización del Ministerio Público. El asunto tuvo un efecto devastador: los fiscales nombrados por Chávarry para reemplazar a Vela y Pérez renunciaron y no hubo fiscal dispuesto a asumir el encargo. El motivo: todos estaban aterrados con la intervención del Ministerio Público. Chávarry había sido desautorizado y derrotado en todas las líneas. Todo indicaba que la renuncia era inevitable.

Sin embargo, aparecieron esos azares que pasan en la guerra y la política. La Sala ratificó el encierro de Keiko Fujimori por 36 meses y la desorganizada mayoría legislativa se tensó y, de pronto, parecía decidirse a respaldar a Chávarry contra viento y marea, más allá de algunas declaraciones. De otro lado, Chávarry a gritos destemplados emplazó a los cuatro fiscales supremos que le pedían el paso al costado por no haber defendido la autonomía y jerarquía institucional frente a los ataques de Pérez, IDL-Reporteros y el propio Sánchez. Chávarry se negó a renunciar, se quedó solo, y la crisis del Ministerio Público continuó allí latente, a la espera del desenlace.

Mientras tanto, el azar siguió moviendo sus hilos. Todos los colegios de abogados, los fiscales superiores y supremos se pronunciaron en contra del proyecto de Vizcarra porque era inconstitucional. El Fiscal de la Nación siguió peleando en solitario y envió una carta al Congreso solicitando la formación de una comisión investigadora  sobre las declaraciones de Vizcarra acerca de que la no renovación de Vela —luego rectificada— afectaba el acuerdo con Odebrecht. Hasta allí todo era cuesta arriba en extremo para Chávarry.

Pero el azar volvió a jugar sus dados. El juez Concepción Carhuancho autorizó a Pérez el allanamiento de las oficinas de la Fiscalía de la Nación, ignorando la situación jurídica de Chávarry y la protección que le otorga la Constitución por su investidura. El azar es demasiado extraño. Hoy tanto Pérez y Carhuancho son pasibles de una denuncia penal directa del Fiscal de la Nación por la evidente violación de la ley. Pero algo más: Pérez dejó establecido que había existido reglaje previo de la policía antes del allanamiento.

Según ha trascendido, el Fiscal planteará denuncias penales, hábeas corpus a nivel nacional e internacional y, de pronto, el triunfo de Vizcarra y el paso al costado de Chávarry se convirtieron en interrogantes. Y todo parece indicar que se avecina la primera derrota política de Vizcarra después haber lanzado el blitzkrieg político luego de los CNM Audios.

Más allá de los errores políticos que suele cometer, Chávarry parece decidido a quedarse, a sabiendas de que solo el Congreso lo puede remover. Y en Legislativo ya parecen cansados de la cuestión de confianza. Veremos. Todo se parece a un castillo de naipes.

 

Víctor Andrés Ponce
06 de enero del 2019

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