LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
La izquierda y el Gabinete Cateriano
Las urgencias de la política sanitaria y la inversión privada
A estas alturas es posible especular acerca de que en el Ejecutivo existen dos alas. Si bien es cierto que la izquierda y la derecha oficialistas, de una u otra forma, pertenecen a los sectores que han venido apoyando a la administración Vizcarra y tienen objetivos comunes, no se puede negar que hay diferencias. A nuestro entender, del desarrollo de esas contradicciones dependerá el futuro del Gabinete Cateriano y la posibilidad de una salida política a la devastadora crisis de la República.
Aquí algunas pruebas de las diferentes aproximaciones geográficas, para llamarlas de alguna manera. Por ejemplo, apenas asumió el Gabinete Cateriano, el nuevo Canciller, Mario López Chavarri, se distanció claramente del llamado Acuerdo de Escazú que promueven las oenegés de izquierda y todos los sectores colectivistas y comunistas. El nuevo titular de Relaciones Exteriores parecía marcar, como se dice, la cancha con respecto a la línea oenegera del Gabinete Zevallos. Sin embargo, luego del mensaje presidencial del jefe de Estado por Fiestas Patrias, el canciller corrigió el tiro precisando que el llamado Acuerdo de Escazú no era tan grave y que debía seguir siendo discutido por el Congreso. ¿Alguien duda que hubo un choque de izquierdas y derechas en el Ejecutivo? Parece que sí.
Otro hecho revelador es el tema del futuro de la educación privada, que atiende un tercio de la matrícula en la educación básica y dos tercios de la superior. La recesión ha causado una morosidad de entre 50% y 60% de los matriculados en los diferentes niveles de la educación privada. Igualmente, se calcula que 5,000 colegios cerrarán. En este contexto, el Gabinete Zevallos publicó un decreto que obligaba a los centros privados a presentar sus costos variables y fijos y a negociar con los usuarios. Es decir, un control de precios indirectos. El Gabinete Zevallos, de facto, en contra de la Constitución, liquidaba el sector privado en la educación. Sin embargo, Pedro Cateriano, apenas asumió la Presidencia del Consejo de Ministros, planteó un plan de créditos educativos para las familias golpeadas. Una política radicalmente diferente a la del anterior Gabinete.
De otro lado, la izquierda extremista recibió con bombos y platillos al Gabinete Cateriano: ofensiva radical en Espinar y en el sur exigiendo bonos inexistentes de las mineras.
¿Cuál es el propósito de esta reflexión? Señalar que los comunistas y colectivistas son los únicos sectores que la tienen, como se dice, clara. Desarrollan sus estrategias y actúan en todos los terrenos. Por ejemplo, las imágenes de Vicente Zeballos y Víctor Zamora abandonando el Ejecutivo los llevó a enfilar contra el Gabinete Cateriano para “ablandarlo”, para “domesticarlo”. Hasta hoy, por ejemplo, la señora Mazzeti no puede cambiar la burocracia del Ministerio de Salud de la gestión anterior. El canciller ha dorado la píldora en todos los sentidos y el presidente Vizcarra ha tomado distancia de todos los temas que podían llevarlo a una clara definición frente a la pandemia y la recesión: nueva estrategia sanitaria y relanzamiento del sector privado.
La izquierda tiene, pues, lo que le falta a la oposición en el Congreso y fuera del recinto parlamentario. En primer lugar, sabe que el principal enemigo a derrotar es el sector privado. Con un sector empresarial fuerte no tiene ninguna posibilidad de centralizar la economía en el Estado y, por lo tanto, avanzar en centralizar el poder hasta una salida excepcional.
¿Amigo lector, ha escuchado o leído a algún sector de la oposición defender abiertamente al sector privado? No. Los republicanos defendemos al sector privado porque las libertades florecen solo en los lugares donde el Estado no controla la economía. Punto. China es caso aparte. No hay otro argumento que valga.
De otro lado, las izquierdas y los comunistas utilizan todos los espacios posibles y consideran al Estado, los ministerios y otras entidades, territorios en disputa permanente. Ya comenzaron a disputar el Gabinete Cateriano y empiezan a tener avances.
En cualquier caso, el futuro del Gabinete Cateriano dependerá de su capacidad de subordinar a esa izquierda que comienza a arrinconarlo. Veremos.
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