LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
¿El Perú pende de un hilo?
Reflexiones sobre la coyuntura política
La reciente denuncia acerca de pagos irregulares durante la gestión de Martín Vizcarra en el Gobierno Regional de Moquegua puede cambiar radicalmente la coyuntura. Más allá de que la imputación fuera formulada el año pasado, algo que no conocemos está sucediendo en las alturas porque, de pronto, diversos medios lideran las denuncias y críticas a Vizcarra. Paradójicamente Vizcarra aparece más débil que nunca por la ausencia del Congreso de la República, que junto al Ejecutivo organizan la representación natural de la soberanía que consagra la Constitución.
Si a estos conflictos en las alturas les agregamos que el Gobierno aparece ausente en los temas del crecimiento, la reconstrucción del norte, la lucha contra la inseguridad ciudadana y los diversos temas de la gobernabilidad, este tipo de denuncias podría empatar con la irritación latente que se incuba por este quinquenio perdido en cuanto a crecimiento y reducción de pobreza. Por todas estas consideraciones no es exagerado preguntarse si la estabilidad del país pende de un hilo. Las cosas están demasiado frágiles, sobre todo porque no se ha restablecido el equilibrio de poderes luego del cierre inconstitucional del Congreso.
En este contexto, los sectores comunistas y las corrientes bolivarianas, desde tiempo atrás, vienen apostando por desencadenar un estallido social a la chilena, con el objeto de ganar mediante las calles lo que nunca conseguirán con los votos y las mayorías: convocar a una asamblea constituyente. Si alguien cree que estas corrientes no representan amenazas en países como el nuestro debería recordar que los chilenos jamás imaginaron que iban a contemplar una verdadera insurrección como la que se produjo hace algunas semanas.
Las cosas extrañas que suceden entre el Ejecutivo y otros sectores de las alturas, pues, podrían tener consecuencias decisivas en el actual proceso político. Quizá el hecho de estar en camino hacia un proceso electoral para instalar un nuevo Congreso en enero del 2020 le agregue algo de predictibilidad a la situación.
Sin embargo, todo empieza a aparecer demasiado volátil luego del cierre inconstitucional del Congreso. Si Fuerza Popular se equivocó al forzar la renuncia de PPK, hoy Vizcarra parece haber complicado en extremo los asuntos de la gobernabilidad luego de la clausura del Legislativo.
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